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Trump, ¡uy que miedo!
La farsa de la consulta sigue su curso; inexplicable que distraiga la atención del gobierno y de las instituciones frente a los graves problemas de salud, economía y estado de derecho.
El 25 de diciembre concluyó el término para que se acreditaran las adhesiones para el proceso de revocación de mandato. Los números son reveladores de la farsa. Los interesados en la revocación no son tales, justo lo contrario, son quienes desean que el Presidente López Obrador permanezca en el cargo. El mismo Presidente ha sido promotor de la consulta con la expectativa de que la abrumadora mayoría de quienes participen votarán por su continuidad. No es el propósito de este expediente de democracia directa, pero el Presidente y su partido así lo han considerado: la revocación vuelta ratificación.
En consecuencia, ha sido el partido del Presidente el responsable de levantar las adhesiones. Tal como ha sido práctica en procesos análogos, el INE propuso una aplicación digital para teléfonos móviles a manera de integrar las firmas a favor de la consulta. El Tribunal Electoral resolvió que esto debiera complementarse con adhesiones en cédulas documentales. Utilizar un dispositivo digital simplifica el trabajo de campo y también la verificación o validación de las adhesiones. Se anticipa que la mayor proporción de los apoyos provendrán de documentos, lo que complica significativamente el proceso.
Más información/ Quadratín Yucatán