
Aumentan parejas interculturales por redes sociales y migración en SLP
De forma oportunista y abusiva el General Luis Crescencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, usó el 111 Aniversario de la Revolución Mexicana, para cometer un acto de servilismo partidista sin precedentes en la historia moderna de México y muy peligroso para la estabilidad política de la república: llamó a unirse a la Cuarta Transformación.
Así como lo lee. Sin pudor, sin rubor y sin recato, el máximo representante de las Fuerzas Armadas utilizó su discurso para violentar la lealtad que él y la institución que encabeza le deben al Estado, no al partido del presidente, confundiendo de forma perversa conceptos cívicamente sagrados para los mexicanos.
Con estentórea voz y atropellada lectura, el General inauguró la sección ¿Quién es quién en las mentiras castrenses? Enervado y falaz, aseveró: “Las bases están sentadas y se avanza con paso firme en el proyecto de nación que usted ha impulsado desde el inicio de su gobierno”, debiera saber el jefe del Sector Militar de Morena que los “proyectos de nación” no se impulsan en determinados “gobiernos”, porque la Nación que somos trasciende a los coyunturales y efímeros gobiernos y que suponer que sus rasgos pueden ser definidos por un solo hombre no solo es lambiscón, sino demencial.
Pero Crescencio no le habla a la audiencia, le habla al ego de Andrés Manuel que muerde el anzuelo, quien al escuchar la “proeza” que acaba de reconocérsele, levanta altivo la mirada en rictus de autoadmiración, se atreve a romper el inmarcesible trance su distinguida esposa no primera dama que se le acerca con una sonrisa en los labios y le dice algo que subraya el acto de genuflexión militar que le demuestra tanto amor como el de ella misma.
El loor no cesa, vuelve a acometer al presidente López Obrador y proclama: “en estos tres años usted ha depositado su confianza en las fuerzas armadas y en la Guardia Nacional para la seguridad, el progreso de México y el bienestar del pueblo”.
¡Cómo no! Esta misma semana la reportera Isabella González del medio de comunicación Latinus revisó 996 contratos otorgados por el Ejército en la construcción del nuevo aeropuerto en Santa Lucía y encontró una verdadera porqueriza.
Siete de cada diez contratos fueron otorgados mediante adjudicaciones directas y los otros tres por invitación restringida, cero licitaciones públicas. El modus operandi deja de ser sospechoso y se comprueba doloso cuando se informa que entre los afortunados proveedores se encuentran tlapalerías, changarros que rentan inflables, empresas fantasmas o sancionadas por irregularidades prestando diversos “servicios” por cientos de millones de pesos.
La pestilente hediondez del aeropuerto Felipe Ángeles construido por militares, palidece ante la invisible corrupción que López Obrador se cansó de denunciar en los mítines y nunca pudo siquiera denunciar ante ninguna fiscalía. Eso sin contar con el fracaso aeronáutico cuatrotero que desde ya se anticipa.
Por cierto, ese mismo día, el complaciente Sandoval fue condecorado con la Medalla de la Honestidad. El chiste se cuenta solo.
El remate de la demostración de onanismo verbal fue de antología: “Las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional vemos en la transformación que actualmente vive nuestro país, el mismo propósito de las tres primeras transformaciones: el bien de la patria… Como mexicanos es necesario estar unidos en el proyecto de nación que está en marcha”.
Con razón la inseguridad en el país está tan mal. Si el máximo responsable de resolverla ve “el bien de la patria” en la liberación de delincuentes, el exterminio de los organismos autónomos, la persecución de instituciones educativas como el CIDE, la denostación de la sociedad civil y los medios de comunicación o dejar a los niños enfermos de cáncer sin medicamentos, todo queda claro.
Lo extraordinario es que este fue el presidente que como candidato se comprometió públicamente a regresar al Ejército a los cuarteles y no solo no cumplió, sino que propuso la reforma constitucional más militarizante de la historia. A su lado, Peña Nieto y Felipe Calderón se quedaron cortos.
Mientras en las calles Morena promueve y falsifica ilegalmente una consulta popular para “ratificar” a López Obrador en la presidencia (cuando en realidad se trata de una revocación), y este la usa políticamente para sus propios fines (como lo hizo Hugo Chávez o Daniel Ortega), vale la pena interpretar el discurso laudatorio del General Sandoval, en el contexto de una descarada devoción del demagogo festinado hacia regímenes totalitarios y militarizados como el de Cuba, Venezuela, o Nicaragua.
¿Y si al megalómano de Palacio le dan ganas de quedarse, eso también formaría parte de “el bien de la patria”? La dictadura militar asoma las armas.
Potosinadas
• Se fue Boris. Alejandro Lozano, uno de los panistas más honestos y congruentes, habrá informado de su renuncia al partido en San Luis Potosí cuando usted lea estas líneas. Es una pena, ha sido uno de los legisladores mejor preparados y con mejor desempeño de los últimos años. Triste paradoja la del PAN potosino: la dirigencia sigue secuestrada por proxenetas políticos, gánsteres inmobiliarios y extorsionadores de cuello blanco, mientras que los buenos elementos tienen que hacerse a un lado porque no caben en el cártel. La historia pondrá a cada cual en su lugar. ¡Éxito siempre, Boris!
• En el PAN, la elección se cierra. Contra muchos pronósticos, la elección entre los dos proyectos que están compitiendo por la dirigencia estatal del partido se está cerrando. Por un lado, Verónica Rodríguez, impulsada por el dirigente del partido Xavier Azuara y por Juan Francisco Aguilar; y por el otro Josefina Salazar, respaldada por el senador Marco Gama y por el hartazgo de una militancia que entiende que esta es la última llamada para recuperar el partido. La gran pregunta que corroe a los panistas es si Lidia Argüello declinará por Verónica Rodríguez antes de la elección o seguirá hasta el final para tratar de dividir el voto antidirigencia. ¿Qué le habrán dicho a Marcelo de los Santos para hacerlo olvidar el engaño de 2015 y volver a apoyar el cacicazgo de sus traidores? Son capaces de todo.