
Trump, ¡uy que miedo!
Ver a la vida misma, tu retribución con el universo, son algunas claves para generar abundancia, que debe ser experimentada como un estado natural del Ser. Por derecho divino nuestras necesidades deben cubrirse con gran facilidad experimentando salud, alegría, vitalidad, amor, armonía, en cada momento de nuestra vida, que conlleven a explorar la prosperidad y la ruta hacia la riqueza, mediante el poder creativo, pero generalmente vivimos deseando ser personas abundantes y prósperas. ¿En dónde está la limitante que nos impide caminar por el sendero de la riqueza?
La abundancia proviene del latín abundantia y se refiere a una gran cantidad de algo, al ser un pronombre indefinido incluye el espectro completo de cosas por las que se puede ser abundante. Tomar en cuenta la polaridad de la abundancia nos hará conscientes para tomar la decisión de qué tipo de abundancia queremos manifestar en nuestra vida. La naturaleza del pensamiento implica mucho en este tema, lo que materializas con tus creencias, pensamientos, emociones, sentimientos y acciones, irá en la misma dirección y esa será la abundancia que cosecharás o crearás en tu vida.
Por lo tanto debes cuestionar lo siguiente para identificar qué tipo de abundancia estás creando en tu vida:
¿Me siento una persona abundante?
¿Qué es lo que hay en mi vida en grandes cantidades?
¿Está alineado lo que tengo, lo que pienso, con lo que deseas tener en grandes cantidades?
Si tú respuesta te hace sentir que cosechas abundancia de algo que no deseas verdaderamente, puede ser tiempo de tomar la decisión de cambiar tus creencias y pensamientos para sembrar lo que tu interior deseé desde el merecimiento, está es la ruta hacia la abundancia positiva. Mientras tanto la riqueza que se traduce como rico o poderoso y se forma con el sufijo – eza, que indica «cualidad de» con lo que el significado de «cualidad de rico», al que damos un sentido como algo positivo y empoderador. Así es como llegamos al término de que tener riqueza es la abundancia de algo positivo.
Por lo tanto la prosperidad está ligada al trabajo interno con el sentido de merecimiento, el desarrollo de la confianza, la retribución de todo lo que has dado y una rendición ante el poder creativo. Sin embargo, ¿ por qué nos cuesta tanto sentirnos personas abundantes, prósperas viviendo en plena riqueza? La respuesta está en cómo ves la vida, en tu merecimiento, por lo general creemos que la abundancia es dinero, bienes, negocios, etcétera. Y aún qué forma parte de la abundancia, prosperidad y riqueza vá más allá. Laura Szmuch en su libro «las seis inspiraciones» dice que la riqueza implica hacer siempre lo que nos nutre, lo que nos hace sentir bien, lo que da un buen ejemplo, lo que nos llena de felicidad, pero también no hacer nunca nada en contra de nosotros mismos, ni de los demás, sintonizarnos a medida que sanamos nuestro interior de conceptos y creencias que nos limitan, de pensamientos que conducen a emociones y acciones negativas. Esto nos lleva a un estado mental más receptivo en dónde la gratitud tomará acción, proyectando más pensamientos y acciones más positivas, de está manera podremos visualizar un nivel de bienestar que tú mismo has creado desde tu propio sentido de merecimiento alrededor de lo que das y de lo recibes.