
El uso del pasado
Apuesto que a más de uno el candor de la pandilla llamada 4t le debe causar ternura. En más de un sentido los pertenecientes a este movimiento político resultan en ocasiones víctimas de su propia ingenuidad. El sistema político mexicano por décadas se abasteció de zorros colmilludos expertos en cajas chinas, cortinas de humo y arreglos por debajo de la mesa. Quiénes vivían dentro de este sistema político pero nunca alcanzaron los puestos donde el aprendizaje y la pérdida de inocencia iban de la mano, ahora que están pudiendo acceder a los escalafones del poder están probando la amarga miel de la responsabilidad qué se veía mucho más sencilla desde los burladeros.
Para no caer en la ociosidad de describir el putrefacto sistema político mexicano y su imparable inercia, este monero dará por hecho de que el lector del presente texto sabe de lo que hablo. Aquella frase que pronunció Andrés Manuel López Obrador explicando el proceso para extraer petróleo en México «no tiene chiste solamente escarbas un hoyito y ya» describe en mucho la ingenuidad con que arribaron al poder él y su equipo.
Llegaron creyendo que era solamente firmar papeles, dictar estrategias, planificar destinos y unir puntos. La complejidad del sistema político, que está enraizado en las propias masas del pueblo mexicano, su idiosincrasia y cultura, las múltiples aristas, vértices y tiempos de nuestra política, incluso si dejáramos a un lado lo putrefacto y corrupto, no es para quién tiene atole en las venas y solo puede ver de modo simple lo que es un organismo tan complejo cómo lo es nuestra nación.
Ellos creyeron que con las buenas intenciones y sus planes más próximos a fantasías eróticas de la izquierda que a realidades sostenibles y proyectos óptimos, era suficiente para hacer algo importante en el país. Esas son buenas intenciones. Pero con intenciones solamente se construyen castillos en el aire. Se requiere que haya quién les dé cuerpo y se encargue de sobrellevar los obstáculos imprevistos que al menos se puede intuir vendrán con el cargo.
Y aunque sus buenas intenciones han quedado manchadas al descubrirse diferentes momentos en que la debilidad humana ha hecho presa a los actores del club de los adoradores del Mesías hueco, en realidad esas buenas intenciones son lo único que los sostiene en sus índices de popularidad actualmente. Pero sus buenas intenciones atadas a esa ingenuidad les han llevado a callejones sin salida, como el que ha tenido que lidiar en el transcurso del último año la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, a causa del accidente de la línea 12 del metro ocurrida el 2 de mayo del 2021.
Ella misma contrató a una empresa externa con las credenciales suficientes para quedar satisfecha al momento que entregarán los resultados sobre el peritaje hecho a los restos y ruinas residuales de ese terrible desastre que costó la vida de 26 mexicanos y dejó además 100 heridos.
Cómo es costumbre todo el tiempo, la señora trató de enviar señales sobre la responsabilidad del accidente en dirección diferente a su grupo político, señalando a las empresas que erigieron la obra. Es decir, refiriéndose al viejo y ya agotado dicho de la 4t de “fueron las administraciones anteriores”, con la salvedad de que esta vez las administraciones anteriores tenían que referirse a dos personajes que en algún momento fungieron como parte del equipo de Andrés Manuel, Miguel Ángel Mancera y Marcelo Ebrard. Aunque Miguel Ángel ya no trabaja con la camiseta de la 4t al final de cuentas el resultado del peritaje tenía que caer de una u otra forma en la responsabilidad propia de uno de ellos, incluyendo a Claudia.
Y aparentemente el tercer y último informe de la empresa noruega da como resultado precisamente eso, y a la señora ya no le gustó tanto, por lo que ha decidido enviar el paquete hacia el sistema jurídico tratando con ello de empantanarlo con el afán de que no se le señalará fácilmente cómo la responsable, principalmente por las fallas de mantenimiento señaladas en dicho informe.
Pero no señora mía, el hecho simplemente de que lo oculte ya está dándonos por concluido que usted y su caterva de ineptos son los responsables de esta tragedia y van a tener que pagar. Tratando de ocultar la responsabilidad se ha colocado los reflectores sobre sí misma de manera aún más clara. Esa ingenuidad de los nuevos políticos mexicanos, siguen siendo igual de ineptos, corruptos y cínicos como los anteriores, pero carecen el colmillo suficiente para no salir tan raspados como los de antes.