Trump, ¡uy que miedo!
La inteligencia artificial, IA, ha llegado al mundo entero; y lo ha hecho para quedarse. Tan es así que ha provocado que países ya tenga ministerios para IA, ha sido elemento detonador de conflictos económicos entre grandes potencias, como E.U.A. y China, y se espera impacte diversas áreas de la actividad humana: transporte y movilidad urbana, agricultura y seguridad alimentaria, monitoreo medioambiental, finanzas, ciencia, justicia, seguridad, entre mas las relevantes.
La IA promete un avance significativo en el tema de derechos humanos. Ligada al Internet de las Cosas, la IA se perfila para proveer mejores posibilidades de vida a personas con capacidades diferentes o en condición de vejez. Vehículos autónomos, proveeduría de abarrotes, sugerencias de movilidad urbana y muchas mas.
Pero también es una herramienta para difundir, voluntaria o accidentalmente, noticias falsas. Dados los sistemas de visión digital para seguridad, se puede hacer uso indebido, o ilícito, de datos personales sensibles; como los rostros de personas circulando por calles públicas. O bien para explotar las redes sociales a fin promover el discurso del odio.
Esta dualidad de la IA la convierte en un tema de la mayor relevancia actual. La ciencia de datos e IA debe ser parte de la agenda para el desarrollo en México; indudablemente.
De hecho, la IA es un tema de altísima prioridad en la agenda nacional e internacional del G7 y el G20. Las economías mas importantes del mundo.
Incluso se han reunido miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, para discutir definiciones, recomendaciones y acuerdos, que quizá lleguen a tomar el carácter constitucional en México si el Senado signa, todo respecto de la IA.
El instrumento legal acordado emite recomendaciones desde el seno del consejo de la OCDE para IA (https://legalinstruments.oecd.org/en/instruments/OECD-LEGAL-0449) y expresa algunas de las preguntas sobre los impactos derivados de la IA.
Ya México se ha adherido. Eventual e inevitablemente sucederá la formalización legal correspondiente.
El documento publicado (DOI: https://doi.org/10.1787/eedfee77-en) contiene 5 capítulos desde una revisión histórica, la discusión del papel económico de IA, la aplicaciones que se identifican al futuro inmediato, y consideraciones de política pública para cerrar con políticas e iniciativas en IA.
Empero desde México hay instancias ausentes. En seguridad y protección de datos personales y derechos humanos, SEGOB; en crecimiento de economía e industria digital, Economía; respecto de agricultura y medio ambiente; SADER y SEMARNAT. Quizá se involucren mas adelante; esperemos.
Una sociedad no debe depender exclusivamente de sus organismos gubernamentales; hay otros.
Por ello, las ausencias mas delicadas, desde donde lo veo, son CONACYT, Foro Consultivo de Ciencia y Tecnología, FCCyT, la Academia Mexicana de Ciencias, AMC, Academia Mexicana de Ingeniería, AMI, Universidades y Centros Públicos de Investigación, CPIs.
Estas instancias deben ser asesores del estado mexicano entero para IA, entre otros temas.
La IA nos ha alcanzado y el estado mexicano luce ausente de comprensión, interés y prospección de los impactos, los favorables y los dañinos, de IA en la sociedad. Estos organismos deben ser pilares de soporte para la toma de decisiones.
Las siglas ausentes en el nivel internacional, y peor aun, en el nacional son CONACYT, FCCyT, AMC, AMI, CPIs y las de universidades.