Esquiroles de oposición, apoyan a Morena
Este monero a veces recibe el regaño de uno que otro amigo cuando al contar sus problemas me dicen “te estás ahogando en un vaso de agua “ y yo me encojo de hombros y pienso para mí “pues si, tal vez sea un vaso de agua, pero es mi vaso de agua y para mí es todo un océano”.
Obviamente no es que no agradezca el interés de mis amigos, pero es un punto que quería tocar antes de empezar hablar del asunto plasmado en el cartón de hoy. Como podrá ver el lector en esta caricatura se descubre un breve paralelismo entre la situación mundial en la que se ven involucrados Estados Unidos Rusia y Ucrania además de varios países aliados, y que comenzó a brotar desde hace años atrás, recuerdo que en tiempos de Donald Trump, éste develó que el hijo de Joe Biden, Hunter, estaba involucrado en asuntos comerciales en Ucrania haciendo un conflicto de intereses con el político entonces ex vicepresidente de USA, pero en su momento muchos especularon que la trascendencia de la noticia provenía de un sospechoso contacto de Donald Trump con el presidente de Rusia, Vladimir Putin quien siempre ha tratado de recuperar el control de la República de Ucrania, ya que en ese país existen grandes intereses para su país.
Ahora que Joe Biden es el nuevo presidente de Estados Unidos empieza a ponerse turbulento en la zona el conflicto. En estos días pasado ha subido la temperatura de la región y hemos visto algunas amenazas de iniciar la guerra en dicho país. Justo mientras se escribe este texto se están desarrollando acciones violentas en el propio suelo ucraniano, con grupos paramilitares pro rusos contra otros grupos que son alentados por el occidente.
Es una mera curiosidad o coincidencia el hecho de que en México el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán esté involucrado de una forma bastante directa con una empresa negociadora con la paraestatal Pemex y se presente también como un posible conflicto de interés que de ser comprobable podría hacer notar de entrada la falsedad de la presunción del presidente de que su movimiento conocido como la cuarta transformación estaba hecha de pura honestidad y que sus hombres eran incorruptibles.
De cualquier forma significa que hay turbulencia en nuestro vaso de agua llamado México, un país nada pequeño y que por supuesto me refiero a él como el más importante y principal interés para cualquiera de mis compatriotas.
Y no solo porque esté en juego el futuro de nuestra nación y su patrimonio en la empresa más importante del Estado que es petróleos mexicanos, sino que se empieza a poner más claro lo que desde hace años, antes de que fuera elegido Andrés Manuel se venía manifestando por parte de sus detractores, ahora convertidos en la oposición, es decir que el Peje es igual que cualquier otro político mexicano si se coloca en la misma balanza. Tal vez sus formas, procedencia, originalidad, popularidad y la revoltura de dogmas que él llama Ideología ha hecho que parezca que lo aparta del resto de los políticos, pero en realidad viene a ser “la misma gata solo que revolcada”.