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● López Obrador insiste en inflar los mitos militares. Tuerce la historia
en una depuración donde todos son honestos, incólumes y
eficientes, con el propósito de que hagan el trabajo que su
administración no es capaz.
López Obrador insiste en inflar los mitos militares. Tuerce la historia en una depuración donde todos son honestos, incólumes y eficientes, como si no fuese parte de esa historia el general José Gutiérrez Rebollo, Zar
Antidrogas, encarcelado por nexos con Amado Carrillo “El Señor de los
Cielos” o el culiacanazo.
Pero la realidad le sale día a día al paso, y en las últimas horas vimos la
lastimosa huída de la Guardia Nacional del general Luis Rodríguez
Bucio en Pijijiapan Chiapas por la reacción violenta de un grupo de
migrantes centroamericanos quienes golpearon a un Guardia, lo dejaron
conmocionado en el suelo y sus compañeros emprendieron la huída en
vehículos militares (video https://youtu.be/ZittnIXD130).
Imagino que están amenazados, que se las cantaron para acudir
desarmados y evitar al máximo golpear a los migrantes que, ante la
pasividad ordenada, se aprovechan para sacarle partido a la situación.
¿El sacrificio y el ridículo que hacen los militares de la Guardia (a nadie
convencen que no son) tiene su recompensa? por supuesto.
Las Fuerzas Armadas tendrán ahora bajo su resguardo, la administración y
el lucro de enormes megaproyectos, simplemente porque el presidente
dice no confiar en Fonatur o en la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes, como si no fueran apéndices de su gobierno.
Perversamente militariza el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía que
insiste en llamar Felipe Ángeles (sic), otros aeropuertos del sureste, y más,
bajo la tutela de la Secretaría de la Defensa de Luis Crescencio Sandoval
y Ricardo Trevilla (video https://youtu.be/PVRZ2CTbMRA).
Pero a Andrés Manuel López Obrador le encanta inflar esos mitos para
delegar funciones, porque de gobierno y su complejidad nacional las ha
fallado en casi todas. Así aparecen los militares aparentemente
salvadores.
Y digo aparentemente porque son expertos en otorgar contratos directos,
en supervisarse a sí mismos, en mantener a distancia a cualquier
organismo neutral de transparencia, y, bajo esas condiciones, habrá que
esperar a ver si no se está gestando una cloaca brutal.
Más de algún general beneficiado estará pensando que este sexenio es el
de los militares, por la gran cantidad de funciones civiles que desempeñan,
como lo hizo Hugo Chávez en Venezuela y continuó Nicolás Maduro
donde los bañó en oro para recibir su protección, pero sobre todo para
mantener alejado el fantasma del Golpe de Estado.
Alguien convenció a López Obrador de que ya no hablara de los Golpes de
Estado y la “confianza” que tiene en que el Ejército Mexicano jamás haría
eso.
En sentido opuesto a sus propósitos, la narrativa golpista exhibía el
nerviosismo de Andrés Manuel del tema, ya que en el primer aniversario
de la victoria, en una entrevista con la directiva de la Jornada, el presidente
declaró que si por él fuera, desaparecería al Ejército.
Pero ahora es el principal promotor de los mitos estoicos y grandilocuentes
de las Fuerzas Armadas. Como ha pasado en la historia, les platicaré
algunos mitos desmantelados por 40 prestigiados historiadores en dos
volúmenes del 2017 y 2018 titulado “Los Mitos de la Segunda Guerra
Mundial” dirigido por Jean Lopez y Olivier Wieviorka.
El estudio niega que la derrota del ejército alemán en Rusia se debió
principalmente al invierno, y que los Waffen-SS como soldados de élite en
realidad estaban mal instruidos y mal comandados. Que podían ser
fanáticos, pero sin gran valor profesional.
También echa abajo el mito de que los kamikazes japoneses murieron por
nada. Los pilotos japoneses fueron un arma eficaz contra los navíos
enemigos, pero sobre todo sirvió para que EE UU mantuviera en el trono al emperador Hiro Hito, temerosos de una oleada de ataques suicidas que
podría haber provocado deponerlo y juzgarlo.
En otro capítulo se cuestiona que Pearl Harbour fuera una gran victoria.
Los japoneses planificaron mal, lo hicieron peor, perdieron muchos aviones
y a 150 aviadores de élite, muy difíciles de reemplazar. Con el ataque a
traición, Japón se condenó a una lucha sin cuartel, y fue acribillado.
Para fines de síntesis, diré que las siguientes conclusiones de este valioso
estudio desmantelan mitos militares de la historia como:
Los bombardeos aéreos aliados NO doblegaron a la población alemana,
Patton NO era brillante, Suiza NO se mantuvo en la neutralidad, los
británicos NO respaldaron incondicionalmente a Churchill antes y durante
la contienda, y los árabes NO querían la victoria del Tercer Reich.
De igual forma, la parte lucrativa de la historia contada por López Obrador
en las mañaneras tiene grandes mitos con propósitos de propaganda
política y adoctrinamiento, por ejemplo, la frase: “Entre los individuos,
como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” no es de
Benito Juárez sino del filósofo alemán Emmanuel Kant.
Juárez no llegó democráticamente al poder, se perpetuó en la silla
presidencial por 14 años hasta su muerte, el 18 de julio de 1872. También
se dice que siempre estuvo a favor de la modernización y educación de los
indígenas, pero nunca impulsó leyes a favor de ellos.
Así que a otro perro con ese hueso de que el verde olivo nos salvará, y no
tienen por qué hacerlo, ellos deben cumplir con su función específica,
ahora desnaturalizada por el Comandante Supremo, no obstante, en la
cruda realidad todos los mexicanos somos responsables de nuestro
destino, y por quién votamos.
Los espero este martes a las 3:30 en RadioFormula y Teleformula en el
programa de Eduardo Ruiz-Healy
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