Esquiroles de oposición, apoyan a Morena
La famosa democracia representativa queda corta, cuando se buscan formas de adjudicarse el poder. Los organismos que han participado en los monumentales enredos y confabulaciones para cercar a Morena, si bien tienen pequeños reductos de esa democracia porque a los magistrados los elige un poder judicial que es electo por representantes populares (aunque sean seleccionados desde el ejecutivo) y los organismos autónomos han sido creados por una ley, ninguno de sus representantes ha sido electo directamente por el pueblo. Es increíble y descarado el procedimiento impuesto al partido más numeroso del país, para frenar (el término es adecuado a su definición golpista) el triunfo de Morena que se ha vaticinado para el 2021. Son varios frentes involucrados y todos son perdedores del 2018. El pueblo los despreció y ahora usan métodos antipopulares precisamente, para boicotear el poder electo por él. Un fenómeno que se capta en esta pandemia es el del autoritarismo. Es verdad que hay legitimidad en exigir la sana distancia, la utilización del cubrebocas, etcétera, pero las formas imperativas son las que llaman la atención. Los medios se dan vuelo al recalcar el verbo ordenar, viniendo de algunos de esos organismos autónomos, el INE por ejemplo, que da órdenes al mismo nivel soberano de los poderes sujetos al voto popular. La pregunta que surge es si Lorenzo Córdova consejero presidente de ese instituto, ordenaba con tanta prontitud y apremio al presidente que lo nombró y le permitió por largos años ejercer el poder en otros y desde luego, ganar salarios para hacerse millonario.
AGATHA CHRISTIE Y LA CONFABULACIÓN URDIDA EN SU PRIMERA NOVELA
Hace unos días cumplió cien años la primera novela El misterioso caso Styles, de 1920, que publicó la escritora inglesa Agatha Christie. Es sobre una confabulación gestada en la casa de la víctima para hacerse de su gran fortuna. Se ha dicho que surgió de una apuesta que le hizo a una hermana, pero una persona que hace eso, gana o pierde y ahí se suele quedar. Ella rebasó su 80 obras en novelas policiales y románticas, cuentos, ensayos, obras de teatro, de radio, etcétera. La apuesta, pues, solo fue un pretexto. En esa época, cuando ya tenía 32 años, se nutrió más que del deseo de ganar a su hermana, de su deseo de escribir y lo hizo a partir de los muchos prospectos que le ofrecía la época, con los grandes de ese tiempo. Uno de ellos es Gastón Leroux, que entonces, antes de lazar su famoso Fantasma de la ópera, tenía como héroe a aquel jovencito casi adolescente José Rouletabille, que era un genio y lo demostró en varias novelas, una de ellas la más famosa El misterio del cuarto amarillo de 1912. Se da la circunstancia de que José, un muchacho bajito cabezón tiene, entre otras, las mismas características del héroe de Christie que se ha hecho tan famoso, Hércules Poirot, un hombre bajo de cabeza grande ladeada y con un carácter llamativo como el que tenía Rouleabille. La novela también se desarrolla en la campiña, como el Misterio del cuarto amarillo, con pasadizos ocultos, laboratorios repletos de frascos, personajes campesinos que inciden. Hay cierta remembranza gótica tardía, en la de Leroux que se ve también en la de Christie en determinados momentos de la trama. Y desde luego en ambas, una verdad que se da al final, como fue la clave permanente de ambos escritores, más recalcada en la inglesa, para dejar al detective dueño de una introspección que los demás personajes no habían tenido. Christie regresa a Styles muchos años después, con Telón, para despedir a Poirot de su obra. En la novela de los cien años también hay rasgos de otros autores de la época, como los de Maurice Leblanc y Arthur Connan Doyle.
EL FEMINICIDIO VISTO COMO CONFABULACIÓN EN NÉMESIS, DE CHRISTIE
Flagelos que aterran en este momento y que son vistos como el ejemplo de sistemas injustos que crearon ciudadanos inmersos en la devaluación de la vida, sobre todo de las mujeres, ha sido tratado desde muchos puntos de vista por escritores de todas la épocas. El ensañamiento sobre la mujer, se aborda en grandes novelas como Crimen y castigo, El príncipe Idiota, Ana Karenina llevada a la muerte por la presión social, entre muchas. Christie toca el tema en algunas de sus obras, pero pone énfasis, así como ocurre en estas fechas en México y el mundo, en su novela Némesis. Ahí no aparece Poirot sino su otra detective famosa, Jane Marple. Tuvo muchos detectives más pero sin la fama de esos dos. Marple va a un condado inglés en viaje de vacaciones y se entera de la muerte de varias jóvenes que aparecen masacradas en bosques y barrancos. Como está involucrado el hijo de un amigo, decide quedarse para investigar sobre los casos. Pero el joven señalado ya está en la cárcel y los crímenes siguen. Ella tiene que entrar en el mundo misterioso de tres hermanas que hacen pensar que la autora había leído a Chéjov, pero también a los clásicos en su permanente alusión de una de ellas como una hermosa Clitemnestra madura que encabeza el poder de la casa. En otras novelas Christie suele usar al personaje de mujer madura singular, dueña del entorno y en este caso de Némesis tratada ahí como diosa de la venganza, el verdadero crimen que ha conducido a otros crímenes, se descubre en el tramo de un jardín, paradójicamente cubierto de flores.