Gen guachichil, y los atentados culturales contra la Huasteca

Va a ser muy difícil que el Gobierno Estatal de Ricardo Gallardo Cardona deje de seguir agrediendo los legados y símbolos culturales de las pródigas civilizaciones del territorio potosino, por una elemental razón: la coevolución genética cultural heredada de las tribus guachichiles – chichimeca, aún arraigada en una parte de los habitantes de las zonas centro y altiplano, que fue su territorio, y cuyo carácter belicoso fue forjado por la inhóspita geografia dónde sobrevivir era enfrentar a diario las más difíciles condiciones y su único recurso constituía en cazar, recolectar y recurrir al asalto y la guerra con el pelo y cuerpo pintados de rojo.

En esas circunstancias el guachichil no tuvo la oportunidad de construir comunidades, organizarse socialmente, erigir manifestaciones culturales cómo palacios, pirámides, observatorios astronómicos, cementerios, artes y menos, cultivar la tierra.

Todo lo contrario a lo que sucedió en la Huasteca dónde florecieron civilizaciones cómo la Náhuatl, Mexica o Tének, Otomí, o en la Zona Media con los Xi ui o Pame cuyos vestigios son motivo de investigaciones por sus extraordinarios aportes.

Una aclaración: esta columna no pretende juzgar ni reprochar, mucho menos propiciar resentimientos entre habitantes de las diversas regiones de San Luis Potosí y sus orígenes culturales; solo analizar las probables causas por las que están ocurriendo conductas muy cuestionables del Gobierno del Estado en cuanto e falta de respeto a la identidad cultural de cada región potosina, como sucede con la Huasteca.

Para ponerlo en contexto, los guachichiles una subdivisión del pueblo chichimeco, eran grupos nómadas que habitaron la región compartida entre lo que ahora son parte del Altiplano potosino, Zacatecas, Tamaulipas, Querétaro, Jalisco y Coahuila y fueron quienes provocaron la guerra más costosa en vidas humanas y dinero a los españoles allá por 1551 para librarse de los atracos que cometían contra los carruajes que transportaban metales extraídos de la zona y que en la actualidad queda un reducido grupo cerca de Matehuala.

Ahora bien, hasta hace poco se suponía que la cultura y la genética eran procesos separados, pero los investigadores llegaron a la conclusión de que están íntimamente ligados e influyen – cada una- en la progresión natural de la otra.

La exposición del tema tiene que ver precisamente tsmbien.con dos hechos históricos que coincidieron entre guachichiles y Ciudad Valles.

De acuerdo con el libro Los Barrios Tradicionales de la cronista María Isabel Monrroy Castillo y José Alberto Juarez Miranda, a finales de 1591 un grupo de guachichiles estaban sentados dónde está ahora la Plaza de los Fundadores pero los conquistadores los reubicaron al Norte de la Ciudad de San Luis Potosí y surge el Barrio Santiago el 25 de Julio de 1592, fecha en la que fue fundado Ciudad Valles pero en en 1533.

A la luz de la evolución genética cultural, supongamos que el Gobernador Ricardo Gallardo es regido por el gen guachichil y eso le impida valorar la cultura ancestral que en la Huasteca nos dejó manifestaciones grandiosas cómo no el sitio Tamtoc, y por ello sin miramiento alguno derrumbo el » Arco de las Tres Culturas» que contenía simbologías y colores de los Nahuatl, Tének y Pames para construir un cachivache de fierros, eso si lleno de luces LED _ apantallantes, e inspiró al alcalde David Medina Salazar para planear el desmantelamiento del Kiosko – pieza de la cultura provinciana- y de la «Fuente de Los Loros» que contiene figuras de una de las aves más representativas de la región, como parte de un proyecto modernizador de la principal Plaza-Jardin de la Ciudad.

Que Valles se modernice no es malo, sino hasta necesario, pero no a costa de desaparecer expresiones culturales. Gobernador una cosa es la carga genética y otra olvidar que ya está grandecito para dilucidar, y que su responsabilidad de primera autoridad de San Luis Potosí la cultura es un componente que debe preservar cómo legado de nuestros pueblos originarios, que nos da identidad, más ahora que Valles cumple 489 de fundación.

Para que provocar más mal humor social cundo ya hay motivos de sobra para generarlo y por más jolgorios y artistas que patrocine solo calma unas horas esa ansiedad. ¿Sale?