Preparativos para una amenaza llamada Trump
Si Gabino Morales quiere camorra, aquí no la va encontrar, pero está claro que se trata de un delegado federal opaco, poco informado, que no cumple a cabalidad su trabajo de comunicación de las políticas que lleva a cabo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en San Luis Potosí.
El treinteañero no entiende que parte de su responsabilidad es dar a conocer y bien, las actividades de las sesenta y tantas delegaciones que tenía la pasada administración federal en la entidad, las cuales ahora están bajo su mando.
El fondo de lo que dijo en Rioverde, no es si después de un incendio de la magnitud registrada, hay beneficios para el suelo, sino cómo evitarlos y qué hace la Profepa al respecto. Replica lo que le dicen y no sabe explicarlo, nunca se le ve con una tarjeta informativa en la mano, ni siquiera puede expresar sus ideas con autoridad. Cómo pretende entonces dejar de ser un meme, a un representante serio del Presidente.
De AMLO, en lo personal, puedo decir que es un político fuera de serie. Gusten o no sus formas, así como la manera en que encara las críticas, es un líder auténtico. Si Gabino le aprendiera tantito, daría un gran salto en la estatura política que él mismo muestra para cuestionar el trabajo de un medio de comunicación.
Señalar a Quadratín San Luis Potosí de publicar “sólo” mentiras, es una mentira y una difamación. Dice que está dispuesto a entregar un informe sobre todo lo que hace y la pregunta es, ¿cuándo?, porque se está tardando.
En San Luis nadie sabe lo que hace Gabino Morales. Su principal nota en meses con el cargo que ostenta, fue celebrar su fiesta de cumpleaños, que lo haya regañado su partido Morena, ocultar hasta donde pudo su declaración patrimonial -cuando dijo que solamente tenía dos perros chihuahua- y, en sí, ¡puros escándalos!
Votamos porque el delegado se gane el prefijo “súper”, porque en este momento más bien parece un mote, un delegado a secas.
Y ni soñar con la candidatura a Gobernador.
Primero es lo primero.