Ironía
La extinción de fideicomisos para ciencia, tecnología e innovación, CTI, atrajo atención. Se ha excluido a los fideicomisos de los Centros Públicos de Investigación, CPIs; acto político más que de política pública en CTI.
De los de sustentabilidad energética y el de hidrocarburos, con recursos de excedentes petroleros, se dice están aún en análisis. Esos sí tienen recursos y son atractivos ante las necesidades financieras del gobierno federal; necesidades derivadas de las decisiones en los 18 meses recientes, agudizadas por la pandemia SARS-CoV-2.
Hay otros fideicomisos, llamados Fondos Mixtos o FOMIX, que han pasado desapercibidos. La idea detrás de los FOMIX ha sido añadir la CTI en la agenda de necesidades de las entidades federativas; incluso dos ciudades contaban con su FOMIX.
Los recursos de los FOMIX tienen origen bipartito, una la federación y la otra cada estado o ciudad.
Diversas dificultades generan grados de complicación, tanto en el fondeo del FOMIX como en la operación de los FOMIX. En algunos estados sólo se les pensó para “bajar recursos” a infraestructura y otras necesidades; craso error. En pocos casos se orientaron proyectos en CTI.
Ahora es común hallar leyes locales de CTI, comisiones en los congresos estatales y otros instrumentos, pero hay mucha confusión y dispersión.
Lo mas común es confundir las necesidades y realidad en educación con aquellas en CTI. No es raro hallar comisiones en congresos que atiendan ambos temas: Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología, por ejemplo. Normas locales incipientes, inconclusas o dislocadas son la constante.
Con este contexto y ante los embates de extinción, los fideicomisos para FOMIX han sido extinguidos; todos.
A pesar de las complicaciones y deficiencias, los FOMIX fueron una oportunidad para impulsar agendas en CTI regionales y estatales, para favorecer el federalismo. Donde fueron aprovechados en CTI dejaron claro que este mecanismo permite impulso con esta componente.
En opinión de quien escribe, la extinción de estos fideicomisos en FOMIX es un grave error, dada la diversidad de requerimientos y necesidades en CTI a lo largo del país. Daré dos casos que bien pudieron ser impulsados por FOMIX.
Usaré el aguacate como primer ejemplo, aunque de relevancia nacional los estados productores no son todos los federados en México.
La CTI mexicana permitió responden con bases técnicas sólidas a las imputaciones norteamericanas que detuvieron por lapsos importantes la exportación del fruto. Fue un triunfo de la CTI mexicana ante un caso de proteccionismo disfrazado de Estados Unidos.
Este caso ilustra el impacto en estados productores, los beneficios de la CTI fueron claros. Como este hay otros ejemplos. De haber continuado los FOMIX, podría seguir la investigación en esta clase de temas focalizadas en necesidades regionales o estatales. Ahora serán definidas desde el centro.
Para el segundo ejemplo usaré el Agave tequilana –o agave azul- que permite la producción de tequila, industria boyante en varios estados y de impacto en el mercado multimillonario global.
En este caso, investigaciones en CTI sobre el murciélago mexicano se detonaron como exitosas al demostrar la importancia del mamífero volador provista la robustez, ante enfermedades, que la diversidad genética, por polinización, da en contraste con la propagación por clonación.
Ante tal éxito financiero, se derivaron nuevas investigaciones y resultados de CTI mostraron la relevancia en todo el territorio nacional y de ahí el impacto global del mamífero en su interacción con insectos, plantas y otros.
Así, no sólo el murciélago mexicano salió de la lista de especies en peligro de extinción, suerte diferente a los FOMIX, sino que redujo el impacto de enfermedades en la agavácea de la industria tequilera; la CTI es un factor, de suyo, muy importante en la bonaza tequilera.
La extinción de los FOMIX impedirá impulsar las regiones, de impacto nacional. No se sabe de alguna nueva política pública en CTI.