No olvidemos las periferias
Andrés Manuel López Obrador sufre de terquedades antididácticas. Esas que no logran enseñar de los errores, por grandes que sean. Eso le pasa con Hugo López-Gatell que en tan solo cuatro meses se volvió una carga lapidante, costosa en vidas para el país que hoy rebasó las 48 mil muertes.
La primera escisión seria en la gobernanza de la república es la creación de un frente de 9 gobernadores contra la política de salud pública, la más importante de estos momentos.
Esta tarde, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez declaró la guerra a la federación desde su trinchera, Jalisco, con datos sorprendentemente claros que demuestran que el subsecretario Gatell es un vil golpeador, que por supuesto “no se manda solo”, como diría Andrés Manuel.
No hay forma de demostrar las premisas de Gatell que ubican a Jalisco en semáforo rojo, en comparación con otros estados mucho más golpeados por el coronavirus, premiados con semáforo naranja.
Los comparativos que hizo Alfaro en un videomensaje con datos del gobierno federal donde las mediciones porcentuales, acumuladas, número de muertos, de camas disponibles, de tendencias de contagio, etcétera, demuestran que la intención del subsecretario es perversamente política (https://youtu.be/qRAKOHO2Vis).
El ejemplo más claro en el mapa es el centro naranja de la Ciudad de México comparado con el rojo jalisciense, que llevó al gober del Movimiento Ciudadano a la declaratoria contra el subsecretario que pasará a la posteridad con la frase: “La fuerza de López Obrador es moral, no es fuerza de contagio”, además de ser un bufón que hizo hasta lo indecible para justificar el rechazo de su jefe a portar el cubreboca.
Me imagino que para aquilatar el daño de su persistencia (terquedad que él no ve así), el presidente observa su microcosmos y ve las ‘furibundas’ defensas de Irma Sandoval, de Mario Delgado Carrillo, de John Ackerman, Epigmenio Ibarra, su misma esposa Beatriz Gutiérrez Müller y más.
Esos ‘cruzados’ de la 4T son expertos en lisonja y alimentan el narcisismo pseudorrevolucionario del Ejecutivo que le impide ver los yerros. Digamos que los lameculos son sus peores enemigos pero saben alimentar su narcisismo populista.
En la conferencia de esta mañana, el presidente de nuevo palmeó al Señor de la Pandemia y arremetió en contra del periódico Reforma por titular a ocho columnas: “Fuera López-Gatell, exigen 8 estados”. El argumento endeble de Andrés Manuel es que los gobernadores no hablan por sus estados, nada más por ellos.
Debo entender que considera que no tienen la virtud mayestática de él, para hablar por el pueblo. Bajo este axioma, dice el presidente que es un exceso del Reforma cabecear de esa manera.
Por supuesto que quien puso el tema fue el palero periodista que hasta el momento no se ha ganado ningún consulado, Carlos Pozos, apodado Lord Molécula.
Este ente llevaba las portadas de los periódicos que dedicaron su cabeza principal a la petición de renuncia de López-Gatell, formulada por nueve gobernadores. Eran 10 pero dice Javier Corral Jurado de Chihuahua que a él no lo consultaron, y pidió que lo excluyeran de esa petición. Quizá pretende seguir horneando a López Obrador galletas, receta de su abuelita, cuando lo visite.
Volviendo al mono del moñito, no se dió cuenta que metió en aprietos al presidente porque al menos dos dueños o representantes de medios de comunicación ahí presentes, convocados para la firma del acuerdo de la SEP con las televisoras, cabecearon en sus periódicos la petición de renuncia de López-Gatell: Excélsior y Milenio.
Sin embargo, el presidente sabe que es mal asunto eso de que tooodos los periódicos importantes hayan coincidido con mismo criterio para cabecear así, ya que exhibe el sentir periodístico casi unánime de los hechos: una rebelión de territorios que albergan 40 millones de mexicanos contra su gobierno.
Y digo casi unánime porque uno de los periódicos importantes no cabeceó así, ¡atínenle quién..! La Jornada, así es, ni una línea de eso en su portada. Vaya casualidad.
Ayer domingo en la tarde publiqué en video un análisis corto de las portadas de los periódicos donde señalo el oficialismo mediático de La Jornada (aquí la liga https://youtu.be/kI-b1VeqppI) que ‘ignora’ la noticia del día, mientras todos los destacados coinciden en la nota.
Pero Lord Molécula quiso quedar bien y el presidente ignoró esa unanimidad mediática, para centrarse en lo que le ha funcionado: construir un sólo enemigo, cargarle todos los males, hacerlo ‘innombrable’, y centrar toda su furia y mala leche en un blanco: el periódico Reforma, en el caso de medios, y Felipe Calderón Hinojosa como su villano favorito. Lo que en su momento fue Carlos Salinas de Gortari.
La conclusión de la conferencia es que su nomenklatura completa apoya a Hugo López-Gatell, quien en cada palmada del presidente en la conferencia mañanera, era enfocado por una cámara, mostrando un rostro en estado de éxtasis orgásmico por el amor presidencial.
Yo lo dije a finales de marzo en Radio Fórmula en el programa de Eduardo Ruiz-Healy: “Gatell debe renunciar ya”, acababa de decir lo de la fuerza moral del presidente. Muchas vidas se hubieran salvado.