Ironía
Cuando nos referimos a una presunta complicidad entre el gobierno de López Obrador y el Cártel de “El Chapo”, no hablamos de oídas o de una mera ocurrencia.
En efecto, no existe un documento o un video que puedan confirma tal hipótesis. Sin embargo, si tiene cola de pato, patas de pato y grazna como pato, tenemos derecho a suponer que se trata de un pato.
Y es que, en los hechos, son muchas las casualidades que, por esa misma razón, apuntan a una presunta complicidad entre el gobierno de López Obrador y el mayor narcotraficante mexicano.
Pero vamos por partes.
Apenas el miércoles pasado se reportó la fuga de tres reos de alta peligrosidad del Reclusorio Sur, de la Ciudad de México; los tres pertenecen al Cártel de “El Chapo”.
Hasta hoy muchos especulaban sobre el “modus operandi” utilizado por los reclusos para el escape, lo que en realidad poco importa, cuando todos saben que los reclusorios mexicanos están entre los mayores centros de corrupción, en donde no ha llegado y no llegará la “Honestidad Valiente”.
Lo interesante del asunto, en todo caso, es que los reclusorios Oriente y Sur de la capital del país son controlados por el llamado Cártel de Tláhuac, grupo criminal aliado del Cártel de “El Chapo”.
¿Y qué tiene de particular esa alianza criminal?
Resulta que el Cártel de Tláhuac, como saben, lo fundó Jesús Pérez Luna, motejado como “El Ojos”, quien fue abatido por la Marina Armada en julio de 2017. Sin embargo, a la muerte del patriarca, el grupo criminal siguió en manos de sus hijos, “El Micki” o “El MK” y “El Felipillo”.
Los dos jóvenes cumplen condenas en prisión y –desde el penal–, el primero controla el Reclusorio Oriente, mientras que el segundo mantiene a raya el Reclusorio Sur.
Y, precisamente del Reclusorio Sur, el miércoles pasado escaparon tres integrantes del Cártel de El Chapo, entre ellos Víctor Manuel Félix Beltrán, alias “El Vic”, operador financiero de toda la familia de “El Chapo” Guzmán.
Está claro que si el Reclusorio Sur lo tiene bajo control el hijo menor de “El Ojos” –motejado como “El Felipillo”–, la fuga debió ser planeada y operada por quienes controlan el penal; los aliados cárteles de “Tláhuac” y “El Chapo”.
Sin embargo, la verdadera novedad de la historia es que mucho dinero salido de los cárteles de “Tláhuac” y de “El Chapo”, habría financiado campañas políticas de Morena.
¿Morena aliado con el narco?
En efecto, resulta que a la llegada de Morena a Tláhuac, Xochimilco e Iztapalapa el jefe del Cártel de Tláhuac –“El Ojos”–, financió con todo el dinero necesario las campañas de Rigoberto Salgado y Abelino Méndez, entre otros, a puestos de elección popular, a cambio de protección.
En pocas palabras, el crimen organizado financió a Morena en regiones clave de la CDMX; Tláhuac, Xochimilco e Iztapalapa.
Lo simpático del tema es que al día de hoy, el exalcalde de Morena, Rigoberto Salgado es diputado al Congreso de CDMX, mientras que el también ex alcalde, Abelino Méndez, hoy también se desempeña como subsecretario de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública, en la secretaria de gobierno de Claudia Sheimbaum.
¿Nada supo de la fuga la jefa de gobierno de CDMX, si duerme con los enemigos en casa?
Por otro lado, es ampliamente conocida la relación de Víctor Manuel Félix Beltrán “El Vic”, con “El Chapito” Ovidio Guzmán. Más que amigos son parte fundamental del negocio criminal.
Por eso resulta curioso que, a tres meses de su extradición a Estados Unidos, Félix Beltrán cuenta con todas las facilidades para escapar del Reclusorio Sur.
Al “Chapito” lo dejó escapar el gobierno de López Obrador, en tanto que al operador financiero de “El Chapo” le ayudado a escapar el gobierno de Claudia Sheinbaum, con la participación de la poderosa alianza entre los cárteles de “Tláhuac” y de “El Chapo”.
Por lo pronto, vale recordar el tuit que ante la fuga de “El Chapo” –el 14 de julio de 2015–, mandó el entonces líder opositor Andrés Manuel López Obrador: “Si cuando menos no renuncia el gabinete de seguridad, va a quedar la idea de que hubo complicidad al más alto nivel en la fuga del Chapo”
¿Existe complicidad, al más alto nivel, del gobierno de AMLO con el cártel de “El Chapo”?
Al tiempo.