
El uso del pasado
Anoche este monero tuvo un sueño que involucraba a varios actores políticos de la actualidad mexicana. Eso me pasa por estar dibujando los tanto y durante tanto tiempo me imagino. Lo que en primer lugar se me apareció fue un torpe y despreocupado gigante, porque cuando lo observe bien, poco a poco me di cuenta que era el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador, frente a él se concentraba un grupo de enanos, que gracias a su inflamado populismo no le llegaban ni a las rodillas, vestidos con diferentes colores raros, y ninguno tenía cabeza. Pude darme cuenta que era la oposición.
La oposición sin un liderazgo sensible y dando bandazos por todos lados. Pero eso sí marcando muy claramente su reticencia frente al imparable gigante. El gigantesco presidente en realidad podía ignorar a los enanos pero los enanos se dieron cuenta que molestarlo y criticarlo era la mejor forma de mantenerlo ocupado, asi lanzándole pullas y gritos, ocasionaron que el gigante perdiera en muchas ocasiones su pasó, todo lo que hacía el gigante le salía mal pero aunque parecía evidente culpa de la oposición, tenía más que ver con sus propias aptitudes. Y luego de los bolsillos del gigante comenzaron a aparecer varios pequeños seres que eran más chicos aun, que los enanos de la oposición.
Se trataba de los posibles sucesores del gigante. Ninguno tenía la capacidad o fuerzas para enfrentarse a la oposición y mucho menos si esta hacía una alianza. Solo que la misma oposición no se podía poner de acuerdo para crear una coalición suficientemente fuerte, y al final de cuentas, sin una cabeza a cuál dejarle el liderazgo seguían dando bandazos como desde un principio. Y es que como les habían cambiado el sistema, no sabían ni qué hacer. Sin embargo ya a estas alturas el tiempo era suficiente para que supieran cómo estaba funcionando el nuevo sistema, que en realidad no hay forma de derrotar al populismo más que poniéndose actuar como populistas, también utilizando las mismas herramientas del gigante comenzaron a elaborar un plan para derrocarlo en las urnas. Y aunque entre varios de los más pequeñitos que habían salido de los bolsillos se musitaba la idea de una reelección, esto cada vez parecía más imposible, por lo que optaron por qué el próximo contendiente de su partido tendría que ser uno que todos los demás respetaran y por supuesto que tuviera la bendición del viejo y apestado gigante, ya que tendría que subirse sobre sus hombros para poder ganar.
En otras circunstancias esta acción representaría un verdadero crimen electoral, pero no en estos tiempos en qué la ley parece un chiste viejo y mal contado, gracias al debilitamiento del INE y la corrupción de la SCJN. El presidente y los suyos se prepararon para hacer un último esfuerzo por introducir su proyecto de izquierda populista y bolivariano de una buena vez.
Solo que el tiempo se les agotaba y había que decidir ya, Así que los pequeñajos salidos de los bolsillos del presidente, de la nada sacaron armas como navajas, cuchillos, pistolas y rayos láser, y comenzaron a golpearse y atacarse entre ellos para decidir quién se quedaría con el gran proyecto. Entonces me desperté y prometí no volver a cenar tacos de chicharrón, pan dulce con café y sandía de postre.