Economía en sentido contrario: Banamex
En las últimas semanas hemos inundado las páginas, los editoriales, las declaraciones, las videoconferencias y los noticieros con información devastadora sobre las consecuencias de la caída en vertical de la economía en nuestro país.
Las cifras escalofriantes sobre la pérdida de millones de empleos, formales e informales, que superan los doce millones, nos dejan pasmados y verdaderamente preocupados.
Escuchamos cotidianamente que vendrán los apoyos, los programas de rescate, los créditos blandos o a fondo perdido por parte de los gobiernos estatal y federal. Bienvenidos pero insuficientes.
Muy lenta y gradualmente se anuncia la reactivación de actividades industriales y comerciales.
Los pequeños negocios comienzan no sin temor a reabrir sus puertas. Ya inició actividades el taller, la tintorería, la lonchería, el señor de los jugos en la esquina. Los cafés y los restaurantes tímidamente comienzan a dar servicio.
Pero, ¿alguien habla del gravísimo efecto en la economía del campo?
¿Quién está pensando en el impacto en el sector primario de la economía nacional?
¿Y los cañeros de Valles, Aquismón, Tamasopo y El Naranjo? ¿Y quién se preocupa de los productores ganaderos de Tanquián, Tamuín, Ébano y San Vicente?
¿Alguien voltea a ver a los citricultores de Matlapa, Huehuetlán, o Río Verde y Cd Fernández ?
Ya ni mencionar a los cafeticultores de Coxcatlán y Xilitla, históricamente abandonados, o los piloncilleros de Axtla y Tanlajás.
¿Quién está pensando en los productores de tomate y chile en Villa de Arista? O en los capricultores de Vanegas, Charcas y Matehuala?
La Economía del estado no sólo gravita en torno a las macro empresas y las plantas industriales. No solo en torno al sector comercio y turismo. Fundamentales si, pero no exclusivos.
¿ Qué se está haciendo por los miles de campesinos y pequeños productores agropecuarios? Ellos también son potosinos y están padeciendo las consecuencias de la tormenta económica que afrontamos.
La premisa fundamental de todo actuar del gobierno es pensar que el Estado es UNO SOLO, no sólo el que da buenas notas en los medios de comunicación.
Preocupémonos de manera integral por todos los sectores de la economía. No todo es la capital del Estado. Volteemos la mirada hacia los municipios que en altísima proporción viven del campo.
Parafraseo la canción del Maestro Serrat, “El sur también existe”. La Huasteca, el Altiplano y la Zona Media también existen.