
Trump, ¡uy que miedo!
Maria Montessori dijo en una frase: » Todo el mundo habla de la paz, pero nadie educa para la paz, la gente educa para la competencia y este es el principio de cualquier guerra. Cuando eduquemos para cooperar y ser solidarios unos con otros, ese día estaremos educando para tener paz. «
Wikipedia define la paz como un estado a nivel social o personal, en el cuál se encuentra en equilibrio y la estabilidad en las partes de una unidad, siendo la ausencia de inquietud, violencia o guerra.
El conflicto entre Rusia y Croacia comenzó desde el año 2014, el 24 de Febrero del 2022, Rusia invade a Croacia, desatando una escalofriante guerra, la cuál puede desatar una tercer guerra a nivel mundial, desde ese día miles de personas en el mundo piden por la paz mundial, que la guerra cese, sin embargo este estado de consciencia que llamamos paz va más allá de pedir que haya paz en el mundo.
Cultivar la paz mundial es el reto del mundo, de la sociedad, de las familias y de cada uno de manera individual.
¿De qué manera en pleno siglo XXI vuelve a repetirse este patrón que envuelve a todo el mundo en una situación tan reprobable como lo es una guerra, en dónde mueren cientos de personas de una cruel manera, otras personas viven día y noche la peor de sus pesadillas viviendo el peor de los miedos y millones de personas a nivel mundial se ven afectadas por las consecuencias que desata este tipo de conflictos a nivel económico? La respuesta está en la Vacuidad y difícilmente este concepto será aceptado y comprendido por la sociedad, sin embargo la realidad es que la Vacuidad nos muestra que todo es un reflejo de nosotros mismos. La violencia viene desde el punto de generar violencia conmigo mismo, desde cómo me trató, cómo me valoro, cómo nutro mi cuerpo, cómo pienso de mí mismo, cómo trato a los demás, a mis padres, hermanos, hijos, a mi pareja, a las personas en general, a las plantas, a los animales. Entonces la respuesta de lo que me corresponde hacer para ayudar a erradicar la violencia en el planeta tierra, justo ahora en Ucrania es erradicando la violencia que yo mismo género, observando de qué forma pienso de mí mismo y de los demás, cómo siento, que digo y cómo son mis acciones con los demás.
Cuando vivimos con irá, nos expresamos con enojo, hablamos desde el resentimiento, desde el dolor, gritando a nuestros hijos, haciéndoles pagar a ellos, a las personas que encontramos en la calle, a nuestro compañero de trabajo, a nuestra pareja, a nuestros padres; todo nuestro enojo, nuestras heridas emocionales desde la infancia y en ese punto comienza la violencia, desde ese pequeño punto en nuestras heridas arraigadas en el inconsciente, conectándose en ese gran consciente colectivo masivo creando las consecuencias que vivimos en el mundo.
La paz es un estado agradable que permite introducir al individuo en un estado de virtud, de capacidades, de intelecto, en la calma interna y en la humildad, contribuyendo a nuestro crecimiento personal. En este aspecto está guerra no sólo en Ucrania, en México con tanta violencia, y en otros países donde se vive la violencia día a día, nos refleja que como individuos y como sociedad no hemos desarrollado ese estado de tranquilidad, por qué no estamos escuchando nuestras heridas, ni nuestro enojo y no estamos observando nuestras acciones y comportamiento hacía uno mismo y hacía los demás. Vivimos tan apresuradamente teniendo como meta el consumir, el construir un futuro con cosas materiales, como la casa, el auto, etc. Esas cosas son importantes para vivir, pero nos hacen olvidar lo verdaderamente importante como el construir una buena relación con los hijos, con la pareja, con los padres, con los demás, nos olvidamos de conectar con nosotros mismos, y una realidad asombrosa es que ni siquiera nos conocemos a nosotros mismos, no sabemos escuchar nuestro cuerpo, nos olvidamos de nosotros mismos desconectados de nuestro valor real, de nuestro amor propio y de nuestra propia paz.
Cómo trabajar y desarrollar la paz interior:
Busca un propósito en tu vida. El ser humano necesita tener metas, objetivos y propósitos vitales, con los que puede darle sentido día a día a su vida, desarrollando una actitud positiva y mejor energía.
Trabajar en los pensamientos y emociones negativas. Tomar consciencia de los pensamientos negativos y cambiar el diálogo interno conduce a cambiar nuestras emociones y a tomar el control de nuestra mente y de nuestro comportamiento transformando los pensamientos y emociones negativos.
Vivir el momento presente. Ni pasado, ni futuro. El goce de la vida está en el presente, si nos centramos en este momento, podemos tomar decisiones más conscientes para generar mejores resultados en nuestra vida, mejores relaciones interpersonales y más consciencia en nuestras acciones y comportamiento.
Trabajar en el apego. Es la fuente del sufrimiento, crea dependencia y emociones como la depresión, enojo, frustración, etcétera. Aprendemos a ser más libres y a fluir con la vida.
Desarrolla la comprensión y la empatía. Quién comprende, tiene el valor y la voluntad de acercarse al alma del otro.
Hablar con inteligencia. Evitemos lastimar a los demás con nuestras palabras, hagamos uso de un lenguaje con palabras sabias, simples, pero profundas, que conlleven al respeto, la paz y el equilibrio.
Aprende a perdonar. El perdón no significa absolver, significa no autodestruirse, perdonas para ti y por ti.
Establece límites. Erradica de tu Vida lo que no te de tranquilidad, las acciones que no puedas tolerar.
Práctica la meditación como hábito diario de tu vida. Es la ruta más certera hacia tu paz interior, conlleva a la salud física y mental y te permite alcanzar muchas cosas más, pero la meditación va más allá, te conecta y te hace escuchar la voz de lo más divino de tu ser.
Si comenzamos a cultivar la paz en nosotros mismos, si enseñamos a nuestros niños está virtud, lograremos transmitirla a los demás, induciendo a un camino que va más allá de la vida, que perdurará. Sólo así habrá paz en nuestro corazón y en el mundo, erradicando la violencia, el sufrimiento y las guerras.