
Los niños que fuimos
Aclaro: no apoyo la corrupción ni el “faranoismo del poder”, de hecho, voté en su momento para sacar al PRI de los Pinos; pero de ahí a apoyar las campañas mediáticas de AMLO al ventilar la insensatez de gobiernos pasados, en vez de concentrarse en los desafíos económicos de México, hay una gran diferencia.
Y esa campaña en los medios se da, indudablemente, en el contexto de la cercana campaña electoral para renovar la Cámara de Diputados; no nos tapemos los ojos. La macroeconomía no está bien y menos el bolsillo de los mexicanos. Y para muestra, un botón.
Aunado a los empleos perdidos (más de un millón oficialmente), sumamos a la crisis del bolsillo las recientes cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) que, mediante encuesta telefónica, reportó un incremento del 19.2% de la pobreza laboral, es decir, no alcanza a más de la mitad de los mexicanos para comprar productos de la canasta básica, para comer.
Pasó del 35.7% al 54.9% el aumento, además de que bajó 6.2% el ingreso laboral per cápita, sabemos perfectamente que esto no es exclusivo del actual gobierno, esta pandemia ocasionó fundamentalmente estos números negativos; lo que sí atañe al gobierno de AMLO y se le ha cuestionado es el bajísimo apoyo en proporción del PIB de los apoyos gubernamentales, principalmente a la clase trabajadora del país.
Por eso el Coneval sugiere “la adopción de medidas, entre las que figuran la creación de un seguro de desempleo contributivo, la renta básica ciudadana o un piso mínimo solidario”, enfocado, en la clase media baja; porque a los meseros, camareros, vendedores, y más, es decir, los empleados que dependen del día a día del correr de la economía, no les han llegado las ayudas básicas de la 4T, como sí lo tienen sectores cómo los adultos mayores (pensiones) estudiantes (Jóvenes construyendo el futuro) o personas con alguna discapacidad, entre otros.
Por eso el término “espejito”, como en su momento decían en el medio “panbolero” (futbol) de los técnicos extranjeros que no daban resultados pero que distraían su baja productividad con lo que llama AMLO la “palabrería” y, en este caso, con la presentación en su conferencia mañanera del avión presidencial, el mal llamado José María Morelos y Pavón (porque no representa la justa medianía del que hablaba el independentista mexicano), el presidente deja para después los temas que también deben tomarse en cuenta y ser nota periodística: la recuperación económica del PIB y del bolsillo.
Recordemos que este avión lujosísimo ya tiene propuestas de compra y su imagen será utilizada para una rifa quién sabe con qué propósito, pero que debe hacerse porque así se le ocurrió al Presidente. Pan y circo. Con esta rifa no se solucionarán los graves problemas del país, sólo la economía de unos cuantos mexicanos; populismo a todo lo que da. Y mientras tanto, más de la mitad de los mexicanos hoy sufren para comprar insumos de la canasta básica, para comer.
Twitter: @icalderon_