Llegará Estado de silencio a Netflix este jueves
La verdad es que los organizadores de las marchas que tuvieron como bandera principal el defender al INE como una institución garante de nuestros procesos democráticos, se han mostrado muy inconsistentes en su capacidad de lucha.
Ni los Va por México, ni los Claudios X. González y similares, han demostrado un espíritu de lucha que, ni por asomo, se semeja al que tuvieron paladines como Nelson Mandela, por citar un caso icónico de las resistencias civiles, o Martin Luther King, que representa una generación que a la fecha han continuado personajes de la capacidad de resistencia como Lula en Brasil o lo que en su tiempo fue el recordado Salvador Allende.
La cantinela “El INE no se toca” fue una algarada que sirvió a una camarilla antigobiernista, de la que fueron cabecillas personajes por demás tramposos como Lorenzo Córdova, Ciro Murayama y Edmundo Jacobo.
Esos tres ya están prácticamente fuera del INE.
Edmundo Jacobo se fue más pronto que Córdova y Murayama del instituto. Y no pasó nada.
Ahora. Al no haber acuerdo entre las fracciones legislativas para elegir al nuevo presidente (a) del Instituto mediante una selección de las quintetas conformadas para el caso, el procedimiento de sorteo, insaculación (que quiere decir “sacar de un saco”), y finalmente todo quedará con una gran capacidad de maniobra del presidente López Obrador.
Dice Ciro Gómez Leyva que, por los elegidos como posibles nuevos integrantes del Consejo General del INE están en una proporción de 80 a 20 a favor de los intereses de MORENA en general y del presidente López Obrador en lo muy particular.
Y efectivamente, tal vez hoy mismo, antes de que se dé por iniciado el vacacionado Pascual, habrá un nuevo INE con su renovado Consejo General, incluido su nuevo presidente (a).
Defender los ideales, siempre ha sido acción histórica que A TRAVÉS DEL TIEMPO MUCHAS VECES HA LLEVADO A SUS PROTAGONISTAS AL MARTIROLOGIO, es decir que es una acción de voluntad personal, una tarea que exige un alto grado de conciencia y un valor personal a toda prueba.
Y la verdad a unas horas que insaculen a los nuevos (as)integrantes de Consejo General del INE, no veo por ninguna parte a ninguno de los nuevos adalides, luchadores de un nuevo orden, en cuyas manos está el futuro de nuestra democracia.
Ninguno que haya suspendido su descanso de Semana Santa para sostener en alto su bandera de lucha.
¡Que se diviertan los extravagantes y extraños personajes que ahora ocupan en el escenario nacional el lugar de lucha que una vez tuvieron Lombardo Toledano, Manuel Gómez Morín o Jesús Reyes Heroles!