
Los niños que fuimos
Corría el decenio de 1960, Edward Lorenz, en 1963 publica un artículo con una aproximación al comportamiento térmico de la tierra; incluyó efectos convectivos y de radiación. Pero no fue las matemáticas lo más relevante de ese escrito científico; fue la apertura de preguntas que derivaron en la teoría del caos como un desorden estructurado.
Lorenz mostró en su artículo, sin que fuera el foco principal de la contribución, algo que llamó sensibilidad de condiciones iniciales y efectos de pequeñas perturbaciones (efecto mariposa). Tal teoría penetró en bellas artes, incluso en el cine. Partes de diálogos dan cuenta de ello en “Jurassic Park” (Spielberg, 1993) y hasta películas completas como “Pi el orden del caos” –en España y Argentina fue conocida como “Pi la fe del caos”- (Aronofsky, 1998).
Así, pintura, escultura, ciencias humanísticas y más sucumbieron a la seducción de la teoría del desorden estructurado: El caos.
Pero la noción asimilada por la sociedad respecto de caos no es sólo para desorden, sino que implica desastre y catástrofe; se relaciona a eventos y circunstancias con efectos perniciosos.
Tal idea tiene origen en la antigua Cultura Griega al concebir el caos como el origen de las cosas con el orden que conocían.
Al ser estudioso del tema por casi 25 años, no iré tan lejos.
Pero sí haré notar que las decisiones para la Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, son casi caóticas; quizá erráticas parece un calificativo más apropiado, en el sentido que son impredecibles inconstantes con y en frecuencia, ya que en este caso no hay estructuración del desorden.
Sinceramente deseo que le vaya mucho más que bien a quienes toman decisiones al respecto, estoy convencido que la CTI es uno de los pilares que proveen robustez al desarrollo de las naciones; más aun en el contexto global de competitividad de base tecnológica.
Pero, ¿qué decir cuando de la cuenta de Twitter de la directora de CONACYT sale un mensaje que incluye video sudamericano para recolección de residuos? Al video acompaña texto asegurando que ya CONACYT hará algo al respecto.
Es una mezcla de ideas fuera de la realidad: Camiones de residuos en rutas, salubridad por contingencia COVID-19 – sin contar con que el video empieza diciendo “somos una empresa”-, y más conceptos revueltos.
¿De veras CONACYT hará convocatorias que compitan con arraigos municipales, estatales y federales para la recolección de residuos en diferentes latitudes de México?, ¿es competencia de CONACYT o de otro sector de gobierno?
Sólo deseo destacar el desorden ocurrente y errático. Pretendo ayudar, aunque no lo crea usted.
CONACYT opera bajo el concepto de convocatorias públicas y abiertas; aunque la historia reciente da cuenta de retrasos anualizados.
El contexto es el siguiente. Si CONACYT hiciera una convocatoria, en lo que la pública, aun con fechas cortas como ha hecho en las tres más recientes, se reciben propuestas, se evalúan y aprueban, se firman convenios, se ministran los recursos, los científicos hayan soluciones, se reportan e implementan, etcétera, para eso ya pasó los meses de contingencia por COVID-19; contexto del mensaje por Twitter en comento.
O quizá, ¿se pretende asignar recursos a la recolección de residuos sin convocatoria ni participación de la comunidad científica? Habría desviación.
Ya hay empresas que saben hacer recolección de residuos y desechos en hospitales, industrias y otras actividades; mejor dejarlo a esas ¿no cree?. Bastaría que los sectores salud y medioamabiental, cuya competencia es la correcta y es diferente a la de CONACYT, con la comunidad médica y medioambientalista conocedora, incluyan protocolos para el manejo y se supervise la implementación por tales empresas.
Entretanto, según me han compartido jóvenes colegas, el Sistema Nacional de Investigadores, SNI, del CONACYT ha retrasado la ministración de la beca a científicos de nuevo ingreso.
Me comparten, de la UNAM por cierto, que a ellos les fue ministrado este mes; en Marzo cuando debía ser desde Enero. Sin embargo, en otras instituciones, colegas han sido notificados oficialmente que será luego; como el caso de científicos en Jalisco.
De tal manera, luego que colegas han cumplido con todos los requisitos de una convocatoria pública nacional –abierta el año pasado-, han demostrado la generación y aplicación de conocimiento en instituciones públicas, han recibido evaluación por comisiones de expertos, han sido notificadas y notificados de su ingreso, además de haber firmado el convenio para la asignación del apoyo, es hasta ahora tienen ministración, aunque sólo a algunos, a quienes están en universidad de peso político nacional.
El resto, solamente tiene una notificación que será luego con argumentación basada en pretextos tecnológicos, haga usted el favor.
Este desorden desestructurado, si no es un caos, lo que sí es impredecible con cambios en y de frecuencia, ocurrencias, es errático.