Jugando con México
Hay una revista del INEGI, llamada Realidad, datos y espacio: Revista Internacional de Estadística y Geografía (https://www.inegi.org.mx/rde/). En específico me referiré al artículo en el volumen 10, número 3, publicada en el último cuatrimestre de 2019; páginas de la 28 a 41.
Ahí los autores, que se reportan como adscritos al ITAM, muestran alguna información para reproducir las emisiones de Gases Efecto Invernadero, GEI, en México. Usan algunas técnicas matemáticas para las predicciones que reportan; no entraré en detalles técnicos, sino que comentaré las predicciones y conclusiones publicadas por los autores.
Incluyen predicción de 14 sectores productivos entre los que se encuentran: Extracción de petróleo y gas; Generación, Transmisión y Distribución de energía Eléctrica; Industria Química; Industria de Plástico y Papel; Fabricación de productos a base de minerales no metálicos; y Manejo de Desechos y Servicios de Remediación.
No es casual que enliste sólo estos de los 14, son los que han atraído mi atención.
Los autores muestran un panel de figuras para representar componentes relevantes como el bióxido de carbono equivalente, la formación de capital, el personal ocupado, las remuneraciones y el valor agregado.
Tal información es mostrada desde finales del decenio de 1990 hasta finales del de 2010. Sus fuentes de cifras son oficiales y dan cuenta de Inventario Nacional de Emisiones de GEI, SEMANRNAT a través del Instituto Nacional de ecología y Cambio-Climático de México.
De los sectores que he incluido en este espacio, es notable que el sector para el manejo de desechos y servicios de remediación sea: (1) la de menor emisión de GEI, cosa poco sorprendente, pero, a la vez, la de menor remuneración, cosa indeseable.
Además, en las predicciones se reporta este mismo sector como la de menor valor agregado, menor personal ocupado, y menor formación de capital. Sin estos factores difícilmente habrá mayor inversión en este sector.
Una vez que he revisado los procedimientos técnicos, las matemáticas para obtener el modelo, sin haber hallado errores, me he detenido a una reflexión.
Contrasta sobremanera la tendencia en el artículo en comento con la normatividad medioambiental, misma que incluye sanciones severas. De igual manera con los compromisos que México ha adquirido en la materia; estos son poderosos en términos medioambientales. Y lo mismo en el sentido el cumplimiento normativo deberá incluir a oficiales de cumplimiento, con grados de autonomía rigurosos.
Algo estamos dejando de hacer, tanto la iniciativa privada como la pública.
Un paso, a mi parecer muy limitado, es la prohibición; como el caso de las bosas de plástico.
Hacen falta mayores procesos para potenciar y desarrollar una industria, que dé mayor valor agregado, en el sentido del manejo de desechos y servicios de remediación. Una norma transitoria para que empresas enfocadas en el cumplimiento normativo medioambiental (llamado “compliance” en el contexto internacional) sea favorecido; al menos mientras se consolide el cumplimiento voluntario y habitual. Falta mucho mas que sólo prohibir el uso de tal o cual producto.
Reportes como el que hacen en esta revista del INEGI, leídos con detalle y profundidad, pueden permitir tomar decisiones para normar e impulsar desde las políticas públicas al manejo de desechos y servicios remediación.
No sobra comentar que tal sector productivo impacta a empresas de turismo, manufactureras, de construcción, restauranteras y alimentos, química, de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, etcétera. Es un sector transversal que está siendo descuidado en el fomento productivo y la creación de esquemas para visualizarle como uno de alto valor agregado; esto sí sucede en otras latitudes mundiales.