Preparativos para una amenaza llamada Trump
Las cosas no han salido bien para la Cuarta Transformación, se dan los primeros síntomas de una economía de guerra sin mediar conflicto, solamente decisiones internas de destacada torpeza, como eslabones de una sucesión de errores.
No quiero imaginar a las mentes más radicales gravitando alrededor de Andrés Manuel López Obrador en planes de control social, a través de la dosificación de combustibles, principalmente gasolina, diésel y turbosina.
Imagine a un gobierno que cierra y abre la llave del combustible a conveniencia, en cualquier entidad de la república que le resulte incómoda o de atractivo electoral, con el argumento del combate al robo de combustible, un objetivo en el que todos estamos de acuerdo, pero con una estrategia catastrófica.
Los elementos trazados hasta el momento tienen los ingredientes de los golpes de poder de las autocracias en situaciones de amenaza. Cuando eso pasa, ya sea por una creciente amenaza en la opinión pública o por los partidos políticos y ONG´s, este tipo de gobierno opta por mecanismos de control que puedan inhibir cualquier movimiento en contra.
Los signos son alarmantes, provocados por la incompetencia y el descontrol en el combate al robo de combustible. La información revelada por el periódico The Wall Street Journal (WSJ) que asegura que el gobierno de López Obrador redujo el 45% de las importaciones de combustible desde Estados Unidos, comparado con el mismo periodo un año atrás, exhibieron a una administración mitómana y a un presidente que trata de engañar con base en imprecisiones y dichos populares.
Andrés Manuel trató de desmentir al WSJ sin pruebas, quiso desacreditarlo sin presentar elementos contrarios, pero chocó con la suerte de una delegación de funcionarios de Hacienda de Carlos Urzúa Macías y de Pemex de Octavio Gómez Oropeza enviada a Nueva York al sufrir un duro revés con inversionistas internacionales que se dijeron decepcionados por la impericia y el bajo nivel de los representantes del gobierno mexicano, el resultado: bajaron los bonos.
Esta situación y la decisión de cerrar ductos que van del Golfo de México al centro del país, provocaron la crisis de desabasto según el rotativo estadounidense, además de aportar pruebas de una flota de buques tanque en espera de abastecer de combustible a las instalaciones portuarias de Pemex.
Peor aún, la ausencia de acciones judiciales palpables contra el crimen organizado dedicado al huachicoleo, sin detenciones de delincuentes o funcionarios de nivel, decepcionaron terriblemente a la población, mientras el presidente pedía paciencia en la conferencia mañanera en Palacio Nacional, y agradecía a los ciudadanos por la espera en las filas de las gasolineras, la mayoría de las estaciones sin combustible.
Estas variables abonan a la sospecha de una estrategia de control social, donde el presidente y la Secretaria de Energía Rocío Nahle García insistieron diariamente en la existencia de suficientes hidrocarburos para abastecer al país sin sobresaltos, discurso que durante dos semanas colisionó con la realidad inocultable.
Desde antes de la toma de posesión se destaparon los propósitos. López Obrador presentó el plan para sustituir a los delegados de las dependencias federales por un superdelegado en los estados, como un intento real de control de recursos y propósitos electorales.
De igual forma, la opinión pública se volcó a tratar de convencer al presidente de continuar con el proyecto original de aeropuerto en Texcoco, fueron ignorados y se dio otro golpe de poder.
En esta estrategia de control total se impusieron los parámetros para la creación de la Fiscalía General sin autonomía real. Fue avalada en el Congreso y este mismo lunes provocó la salida de las ONG´s del proceso de selección.
En este reforzamiento aparece la Guardia Nacional con el reclutamiento de 50 mil jóvenes que mantiene parámetros peligrosísimos en las leyes secundarias que le permite funcionar como un cuerpo de seguridad militarizado, ya que a pesar de que el mando no será militar tiene la capacidad legal de operaciones contra la población civil y la intervención directa en los dos niveles de gobiernos inferiores al federal: el estatal y el municipal, prácticamente desapareciendo su autoridad de seguridad pública.
La Cuarta Transformación pretende construir con rapidez las condiciones para el control total. El desabasto de combustible es un reactivo para medir a los ciudadanos, es la sonda que aportará datos para el siguiente paso.
En la conferencia mañanera, con la imagen de los héroes personales del líder en el telón de fondo de Palacio Nacional, no nos dan gracias por la pacienciencia al hacer interminables fila en la gasolinera, nos dan las gracias por la pasividad que hemos mostrado.