¡A REFERENDUM! Reforma Judicial
Hallar ejemplos para el carácter transversal del conocimiento en el nivel de vida actual es tan simple como evocar tomografías en el apoyo a diagnósticos, las de rayos X, resonancia magnética u otras. Es tan cotidiano como usar buscadores en internet, que son basados en teoremas matemáticos. La ubicuidad del GPS (realización tecnológica con fundamento derivada de la teoría de la relatividad de Albert Einstein) en un teléfono móvil (artilugio plagado de conocimiento en magnetismo y materiales nanoestructurados). La lista es enorme y crece a ritmo vertiginoso.
Mientras inmersos en esa realidad global, una ley reglamentaria de la fracción V del Artículo 3 de la Constitución Política de las Estados Unidos Mexicanos, conocida como Ley de Ciencia y Tecnología (LCYT), se halla dislocada. A la letra, en la citada fracción V del Artículo 3 se lee “Toda persona tiene derecho a gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica.” No se dice si hay obligación alguna o de alguien, solo que toda persona tiene el derecho.
La citada fracción V continua “El Estado apoyará la investigación e innovación científica, humanística y tecnológica, y garantizará el acceso abierto a la información que derive de ella, para lo cual deberá proveer recursos y estímulos suficientes, conforme a las bases de coordinación, vinculación y participación que establezcan las leyes en la materia.” Así, literalmente, el Estado Mexicano se percibe con la obligación de apoyar; sólo eso.
De tal manera, si Usted usa el GPS de su dispositivo móvil, estará ejerciendo su derecho a disfrutar los beneficios de la teoría de la relatividad; aunque el Estado Mexicano haya hecho poco sobre eso. Si usa buscadores y navegadores en internet; usará las aplicaciones de complejos Teoremas Matemáticos; aunque el Estado Mexicano haya hecho poco para esa innovación. Así, conforme los desarrollos en ciencia, tecnología e innovación crecen en número y sofisticación, quizá podrá usted tener acceso a los beneficios del conocimiento, aunque el Estado haga poco en el desarrollo de tales objetos.
La LCYT tiene, además, como objeto “regular los apoyos que el Gobierno Federal está obligado a otorgar para impulsar, fortalecer, desarrollar y consolidar la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación en general en el país”. Nada sobre los Gobiernos Estatales. Si bien algunas entidades federativas cuentan con ley local en la materia, los recursos tienen como origen primario, mayormente, la fuente federal. Tal es el caso, en donde así se ordena, de los recursos que por multas en procesos electorales locales son destinadas a los consejos estatales de ciencia y tecnología.
Tampoco la LCYT dice cosa alguna del incentivo, reglas o cómo propiciar que desde la inversión privada se genere riqueza desde el conocimiento. Es decir, si bien en México se genera conocimiento de excelente calidad mundial se logra en muy poca cantidad, comparado con lo requerido. Es mas drástico si contrastamos los productos que desde el conocimiento generado en México evolucionan a la innovación, al mercado. Esto se debe mayormente a la estructura financiera del tema. Así el capital privado adquiere y asimila tecnología, pero genera muy poco conocimiento. En alguna medida, esto también se relaciona con la normatividad.
Luego, retomando la realidad global, ahora dos titanes se enfrentan por motivos de la llamada 5G; que es el ancho de banda móvil para acceder a los beneficios del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Pero la LCYT sigue dislocada; no halla su lugar en el futuro para podamos ejercer el derecho a los beneficios del conocimiento actual y por venir; como todo lo que veremos desde IoT.
Así, el objeto que tiene la LCYT para “Determinar los instrumentos mediante los cuales el Gobierno Federal cumplirá con la obligación de apoyar la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación” (lea la fracción II, Artículo 1, de la LCYT), pues, ese se queda sólo en la intención de apoyar.
*Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias