El episcopado ante el ‘segundo piso de la 4T’
· AMLO, busca presidencia omnipotente
· Democracia es el equilibrio de poderes
· Tiene sometido al Congreso; falta la SCJN
· Nadie, nadie, por encima de la Constitución
· Defenderla, es defender al Pueblo: P. Dayán
· Biden, contra la pared por la migración
· Con fallas, Aeroméxico vuela Boeing Max 9
El poder sin límites, es un frenesí que arruina su propia autoridad.
Fénelon (1651-1715) Escritor y teólogo francés.
Por Víctor Sánchez Baños
La conmemoración del 108 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, el discurso del ministro de la Corte, Alberto Pérez Dayán, fue certero y contundente. AMLO sabía lo que le esperaba y prefirió mandar a la titular de Gobernación Lisa María Alcalde.
La Constitución, no se toca para favorecer a grupos políticos. La Ley es la Ley y está por encima de cualquier burócrata, incluso de los electos. Nadie es dueño de México.
Pérez Dayán, fue contundente y demostró conocimiento del equilibrio de poderes. No mencionó a López Obrador, pero su fantasma estaba por todos lados. El ha querido modificar la Máxima Ley, como lo hicieron Fidel castro, Chávez, Maduro, Evo, Ortega y otros dictadores “democráticos” que hundieron en la miseria a sus países.
Cómo discípulo político e ideológico de Ernesto Zedillo, un priista que llega a la presidencia de la República por la desgracia, tras la muerte de Luis Donaldo Colosio, Andrés Manuel López Obrador quiere tener una presidencia de la República sin oposición a las obsesiones, caprichos y ambiciones de poder de quien detente el Poder Ejecutivo; el presidente (con minúsculas), pues. Una de ellas, es acabar con el equilibrio de poderes y, en especial, dejar a la SCJN al capricho de la burocracia del Ejecutivo.
De esa manera, no habrá gobernabilidad en un país; será peor que una monarquía y, bajo la falaz frase de un “dictadura del proletariado”, hundiría al país en el oscurantismo democrático.
Qué equivocado es el líder del ejecutivo. En lugar de leer novelas de sus empleados, debería leer a pensadores de la democracia que nunca han creído en las monarquías, ni el autoritarismo, ni en el totalitarismo, ni en las autocracias.
Los ideólogos del equilibrio de poderes en un gobierno, que data de principios del siglo XVIII, compensadores como John Locke y Montesquieu. Desde aquella época, en la naciente República francesa, propusieron dividir en tres el gobierno, con el fin de acabar con los monarcas, reyes y autócratas.
Tres poderes: el Ejecutivo con la responsabilidad de administrar la hacienda pública y proporcionar los bienes y servicios, en forma organizada, a la población en general
El Legislativo que, única y exclusivamente, se dedica a redactar y a probar leyes para la sana convivencia de una sociedad, dentro de los parámetros que delimita una carta magna, como la Constitución política, de un gobierno. (Dato al margen autócratas por Maduro, Castro, Ortega, Evo y otros, lo primero que quieren es acabar con las leyes que les estorban para sus planes dictatoriales).
Y el Judicial, que se encarga de aplicar las leyes que redactan los legisladores, vigilando que siempre respeten los parámetros de la Carta Magna, además de corregir los errores del Legislativo y exigirle a este poder que se aplique a los lineamientos estrictos de la Constitución. Además, que haga los cambios de sus leyes anti o inconstitucionales.
Todo esto se enseña en las carreras de derecho, administración pública y ciencia política. Quienes tienen deficiencias en el entendimiento y comprensión de las leyes, generalmente incurren en el error de convertir la división de poderes en un obstáculo para sus bajas, pasiones de poder y dinero.
Con una mayoría simple, muchos legisladores de Morena, ignorantes de la Constitución y las reglas de redacción de leyes, han hecho estropicios inenarrables. Por ello, tiene sometido al Congreso. Pero la democracia no es someter un poder a otro, sino que convivan para el beneficio del país entero y no de facciones minoritarias o grupos políticos.
Insiste AMLO en tener una presidencia omnipotente, omnipresente y totalitaria; quedó y se superior a los otros dos poderes. No es el único. Así lo pensaron Enrique Peña Nieto, López Portillo y muchos más. La democracia tiene que sobrevivir al paso de los presidentes.
De acuerdo con el ministro de la Corte, Alberto Pérez Dayán: ¡Defender la Constitución es defender al Pueblo!
PODEROSOS CABALLEROS
SCJN: Una lista de cambios constitucionales que envió López Obrador al Congesodos, además de la reforma a la suprema corte donde quiere que los ministros ganen menos que el presidente de la República, cuando se encuentran al mismo nivel político, constitucional y administrativo que él, con el fin de demostrar quién manda en México, envió otras que no dejan de ser controversiales.
LEYES ELECTORALES: Quiere, también hacer cambios a las leyes electorales para desaparecer las candidaturas plurinominales. A otro chango con esa banana. Quiere acabar con quien le pone límites a su ambición política en el Poder Legislativo; los plurinominales frenaron todas sus ansias de poder totalitario mediante leyes autócratas.
LEY BARTLETT: Y otra vez la mula maíz. Quiere reformar la Constitución para instaurar la industria eléctrica en los mismos términos que lo hizo, en los cincuentas, Adolfo López Mateos, en donde ese sector era estratégico y de interés público. Su objetivo es fortalecer el monopolio en la distribución de energía eléctrica y que nadie, ni siquiera que aquellos que tiene sus paneles solares, dejen de depender del Estado. A pagarles más dinero a los burócratas.
TRUMP-BIDEN: Republicanos en la Cámara Baja de Estados Unidos y el ex Presidente Donald Trump rechazaron la iniciativa de Ley que daría al Presidente Joe Biden la facultad de expulsar a México a solicitantes de asilo, pues considerando que ésta reforma no es lo suficientemente severa. Le da un respiro al gobierno mexicano que recibe a miles de migrantes que se detienen en la frontera o son deportados del vecino. La verdad, es que Biden quedará ahogado por la oposición republicana. Así es la democracia.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Alaska Airlines que lidera Ben Minicucci, y United Airlines, que dirige Scott Kirby, las únicas aerolíneas estadounidenses que utilizan el Boeing 737 Max 9, encontraron piezas sueltas en los paneles de puertas de otros aviones que inspeccionaron tras el incidente. Esto pone en riesgo a los pasajeros y tripulación. Pero la ensambladora de aviones, Boeing, con la dirección de David L. Calhoun, está entrampada por esa categoría aeronaves que presenta problemas en los fuselajes. En México, Aeroméxico, de Andrés Conesa, cuenta con 19 aviones 737 Max. Lo volvió a colocar en el aire, pese a las alertas de otras aerolíneas.