Esquiroles de oposición, apoyan a Morena
Estamos en una época de transición en la que no sabemos diferenciar lo bueno de lo malo o viceversa, incluso lo que antes se consideraba impropio, ahora se transforma en “Derechos”; ¿realmente será parte del apocalipsis profetizado por los Mayas o Nostradamus? Como no recordar nuestra mágica niñez disfrutando esos maravillosos cuentos de Disney y de muchas caricaturas con temáticas especiales con mensajes positivos. Los beneficios del cine para los niños se evidencian cuando nosotros los padres orientamos a nuestros hijos para afrontar problemas, a sacar conclusiones por sí mismos y a encontrar soluciones. Además, esto les permite desarrollar la creatividad, potencia su capacidad de pensar críticamente y estimula su imaginación. El cine es una fuente de transmisión de valores de diversa índole, tanto cultural y social, como de valores educativos y emocionales.La responsabilidad de poder reflexionar sobre aquello que nuestros hijos van a percibir nos corresponde a los adultos de referencia, y será algo fundamental de cara a desarrollar su espíritu crítico y poseer una cultura de la imagen que permita reflexionar conjuntamente sobre lo visto externa e internamente. Pero hoy en día hablar de la ‘inclusión’ ha desbordado un amplio panorama que distorsiona todo contexto social, cultural, y gramático, creando desigualdad de opiniones por una supuesta igualdad de derechos. Ahora los tesoros de clásicos infantiles de todos los tiempos son censurados; Disney ha incluido al inicio de algunas de sus películas clásicas un mensaje donde se advierte que incluye contenido con connotaciones racistas, resaltando que los estereotipos descritos estaban equivocados al momento de su creación. Podemos encontrar su advertencia “En lugar de eliminar este contenido, queremos reconocer su impacto dañino, aprender de él y generar conversaciones para crear juntos un futuro más inclusivo”. Los filmes no podrán ser vistos por menores de 7 años. ¿Es verdad tan aberrante atrocidad a la cultura y contenidos del séptimo arte? Pero los infantes si pueden ver barra de caricaturas nuevas con contenidos de falta de valores y excesos de violencia, donde es libre la manifestación de actos como hablar con la comida en la boca, tirarte un pedo como diversión frente a las personas, extraer las vísceras de otro personaje, ahí no hay restricciones en alimentar el desequilibrio social que poco a poco hunde a la humanidad. El gigante del entretenimiento Disney tomó la decisión de prohibir las películas en las cuentas de los niños después de contrastar la opinión de un grupo de expertos externos, compuesto por «organizaciones líderes que abogan por las comunidades que representan y que están a la vanguardia de impulsar el cambio narrativo en los medios y el entretenimiento» (de seguro con personas que ni hijos tienen). Es decir, por todo esto, y dentro de la senda profunda de auto-fustigación y censura, llega lo supuestamente políticamente correcto. Hasta las nuevas princesas estarán con poca difusión, ya que lo de hoy es crear nuevos personajes de princesa y heroínas realmente fuertes, rebeldes y empoderadas ¡válgame Dios! Y no es machismo, es el denominado mundo mágico y no un estereotipo marcado que hace en esencia que se pierda la imaginación monumental del amor, la amistad, y los sueños. Probablemente soy un niño Disney, recordando la felicidad del oso Baloo con su canción y la voz en español del gran Tin Tan, un Dumbo que por el gran amor a su madre enfrenta grandes sucesos, un Peter Pan que nunca desea crecer para no perder su esencia de niño y jugar por siempre con sus amigos, o un gato O’Malley en los Aristogatos que a pesar de no tener hogar con riquezas posee amistades mucho más valiosas. Las percepciones culturales están en la mesa de debates, dónde los contenidos de valores ahora son considerados un entretenimiento inocuo. La crítica más común tiene que ver en cómo retrataban en el pasado los géneros y los estereotipos raciales y culturales. En lo personal totalmente en desacuerdo con las restricciones de cualquier obra artística. La decisión la tienes tú como padre o madre responsable y acatar lo que consideres correcto para la sana diversión de tus hijos. El gran legado de Walt Disney es la preocupación por los niños (gramaticalmente correcto para ambos sexos) y las familias, y se extiende más allá de su entretenimiento. Disney prospera para que la gente los tenga en sus corazones y hogares. Todo un cóctel de moralidad, estereotipos y chispas de magia que Disney dejó en algún momento de nuestra infancia con impacto en esta generación de adultos que ahora convive y discierne. “La risa es intemporal, la imaginación no tiene edad, los sueños son para siempre” Walter Elías Disney.