El peor enemigo de Nahle es Nahle
Recién se ha hecho público que la venta y producción de gasolinas de PEMEX tiene cambios de magnitud relevante. La venta de Magna se redujo casi 9% mientras que la PREMIUM incrementó, ambas a tasa anual, en 14%.
Dado que una tiene mayor volumen de venta que la otra, entre las dos se promedia una reducción anual, a Enero de 2019, del 5.6%.
Algunos se posicionarán para decir que es una oportunidad que justifica la nueva refinería en Tabasco. Otros que es muestra de la recesión técnica acaecida en 2019.
De mi parte quiero posicionar esta información desde la óptica de la Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI.
Primero, el uso de combustibles fósiles.
Si bien las gasolinas son de impacto directo en un sector muy amplio de la sociedad, debemos tener claro que no es el único petrolífero que se usa como combustible fósil. Tampoco el único que tiene balanza comercial de México y el exterior.
Está el Diesel, Combustóleo y Turbosina, por poner ejemplos, pero también como combustibles fósiles contamos al Gas Natural, LP y Grisú.
Todos estos permiten el transporte de personas tanto como la producción y carga de bienes. Pero, además, permiten la generación de electricidad, en plantas de emergencia y también en termoeléctricas; muy contaminantes, por cierto. No es despreciable su uso en industrias para calderas, metalurgia, cocinas y demás.
Así, tractocamiones, máquinas industriales, trenes y aeronaves usan combustibles fósiles; ya para producir, ya para transportar personas y productos.
Aquí una gran oportunidad para la CTI es la transición energética en el sentido de combinar la combustión fósil con el uso de electricidad; sistemas híbridos. Ahora no son ajenos los vehículos de pasajeros híbridos, con rendimientos de hasta 32 Km/L. Esa tecnología es resultado de la CTI, México tiene escasa contribución, pero es consumidor.
La evidencia muestra tres aspectos: 1. Se pueden hacer mas eficientes los procesos de uso de combustión fósil mediante sistemas híbridos, 2. La CTI trae consigo productos, si se cuenta con planes de largo plazo, para hacer mas eficaz la generación y uso de energía. Esos productos tecnológicos tienen, al menos, obvios beneficios financieros para los usuarios; es decir, las familias con automóvil híbrido gastan menos en gasolinas; y 3. Los productos de CTI llegan, así que o somos generados de tales productos o seremos sólo consumidores.
Esta evidencia se puede migrar, con la tropicalización técnica correcta, a la producción y venta de gasolinas y de otros petrolíferos, así como en sus impactos.
Cada quien saque sus cuentas sobre la conveniencia de invertir en CTI.
La segunda es sobre el tránsito a otras fuentes de energía.
La energía solar ha sido aceptada e instalada, de vez en vez con mayor frecuencia, para calentar agua de servicio en hogares. Así de cotidiana se ha implantado. Pero, con menos asimilación social, las granjas fotovoltaicas puedes producir varios megawatts eléctricos; para alimentar poblaciones enteras. También está la energía eólica, la marina y la de biomasa; ya he comentado en este espacio.
En esta ocasión concentraré el ejemplo en la fotovoltaica; la cual si no se regula correctamente puede competir por luz solar con la biomasa tan necesaria para los ecosistemas ambientales.
En este tema hay varias oportunidades para la CTI: Generación, distribución, producción en microrredes de distribución y el almacenamiento.
Es decir, no solo se trata de instalar una estructura que soporte las celdas fotovoltaicas, conectar con cables e instalar inversores para que se distribuya energía alterna. Hay diferentes situaciones a considerar donde la CTI es requerida.
En la distribución los efectos de la llamada distorsión armónica; ésta es contaminación del voltaje y corriente como consecuencia del uso –por cargas no lineales dicen los expertos-. También están los efectos de conexión y reconexión en el caso de fallas remotas en la red de distribución eléctrica; por ejemplo, como consecuencia de eventos atmosféricos, fuertes vientos, lluvias torrenciales, accidentes viales u otros imprevistos.
Coloquialmente, la norma dice que un sistema debe desconectarse si a los 300 milisegundos no hay señal en la red de distribución. La reconexión sigue un protocolo. Pero esta norma está pensada para plantas no fotovoltaicas, la adecuación es necesaria y la CTI puede estudiar los efectos que sean incluidos en la normatividad. Así se hace en el mundo entero.
Para cerrar diré que las implicaciones en caídas de producción y ventas de gasolinas tiene, obviamente, impacto político-económico.
Otra vertiente es pensar y trabajar de la mano con la CTI para desarrollar y obtener los beneficios tecnológicos que mandata la constitución mexicana.
Sin energía, México no se moverá ni transformará.