Economía en sentido contrario: Banamex
En el blanco recalcitrante del algodón resaltaba el clamor de las 20 mil 455 rúbricas digitales logradas por más de 20 organizaciones civiles y Perteneces: #SanjuanaLibre, debajo, el perfil lejano de la mujer que solo así, retratada en una playera, podía plantar cara para gritar por su libertad.
El Congreso del Estado fue el epicentro de justicia para Sanjuana Maldonado, hoy una madre de 37 años, ayer la niña del desierto que jugaba con piel de cascabeles en un vetusto puesto de carretera, la víctima de dolores inenarrables que la empujaron a dejar Charco Cercado -Guadalcázar- cuando llegó la frescura veinteañera.
Víctima frecuente de la superioridad del tiempo, el abuso disfrazado de amor en un hombre 14 años mayor, la condujo al abismo de una maternidad reclusa, a la violencia carcelaria y a una injusticia más atroz de las que ya había padecido (…) en un pestañeo, se diluyeron más de cinco mil días, escurridos entre las grietas de la prisión.
Han sido quince años, la mitad de una sentencia de 30 dictada desde el Poder Judicial de San Luis Potosí sin miramientos, todavía peor: sin pruebas, sin perspectiva de género y sin apego al debido proceso.
Sanjuana es el rostro de la indolencia cotidiana en este país, de la corrupción sistemática y una podredumbre infecta que hiede en cada resquicio del sistema judicial, ese que a menudo olvida su deber más básico: garantizar la equidad y perspectiva humana.
15 años en pausa y 15 días de plazo, también los números son providenciales. Este jueves, la LXIII Legislatura hilvanó al fin el tejido de la justicia, aunque tardía, que podrá permitirle a esta mujer superar con fortaleza una batalla que no pidió dar.
Las Comisiones de Justicia y Gobernación del Congreso del Estado de San Luis Potosí, asumieron un gesto de humanidad y rectitud, aprobando por unanimidad el indulto de gracia para Sanjuana Maldonado Amaya, lo votarán en el Pleno el 20 de junio.
Ayer en el recinto legislativo, atisbamos un capítulo que deberá recordarse siempre por la resistencia de organizaciones como Perteneces y la sociedad civil que los respaldó, fue su voz la que resonó con fuerza en cada avenida, plaza, pasillo y edificios recorridos en estos meses de una lucha que no, para nada fue incansable, hubo asomos de zozobra que sortearon con firmeza.
Juntos enarbolaron la bandera de la justicia y la dignidad humana, reducidas para Sanjuana a un expediente de 14 tomos atestado de violaciones flagrantes a los derechos más fundamentales.
Ella fue el eco silenciado de errores monumentales, perdido entre los recovecos de la cárcel y de un sistema legal que falló terrible y permanentemente en protegerla, es, también, un recordatorio doloroso de que hay otras aguardando su momento.
Al menos en la cárcel de Xolol, Tancanhuitz, 12 mujeres más sueñan con la oportunidad de retomar su vida detrás de esas rejas, lejos de los muros enmohecidos, alambradas y torres (…) el trecho es largo y sinuoso. En este hito histórico, hay que ponderar que la libertad se impuso. Aunque no para todas, hay pausas que permanecen, padeciendo en silencio el yugo de un sistema indolente.
Que Sanjuana inspire el cambio, que su rostro en lienzo blanco nos recuerde siempre que, en la búsqueda de justicia en este país, cada voz cuenta, y cada vida importa.
Vendrán los tiempos de reencuentro, la maternidad eterna para abrazar fuerte, la vida sin cerrojos ni paredes frías (…) los planes simples de mañana.
Al fin, #SanjuanaLibre.
Cronos a Caerus. 07:19