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En este espacio he tratado el dilema de la competencia y competitividad resultante entre humanos con posiciones laborales y robot con base en inteligencia artificial, IA.
El dilema es global, pero en México cobra mucha fuerza ante el hecho de la carente normatividad en Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, en relación a diversas normas, como el caso de las leyes laborales.
Tomaré un caso para detallar el punto; si bien podría parecer insulso; en la realidad es muy ilustrativo de cómo hasta en actividades simples existe el dilema en comento.
En Corea del Sur, aunque vaya que allá asimilan los productos de la CTI con mucha facilidad, se ha dado una dificultad laboral luego que se ha introducido en el mercado robots baristas (https://www.youtube.com/watch?v=sgwD3UQXTRE).
El robot recibe solicitudes de café por aplicativos móviles y luego de atender, automáticamente, la preparación, señala al solicitante que ya está lista su orden para que la recoja en mostrador –no dudo que en breve la coloque en otro robot, uno móvil, para que sea entregada en domicilio-.
El robot barista ha despertado inquietud de personas coreanas dentro de esta actividad, de baristas, y hasta manifestaciones ha habido; con la argumentación de sentirse desplazados de su trabajo.
Ya hemos visto en México expresiones similares, análogas por claridad: taxistas contra Uber y otras aplicaciones de transporte de personas –ya los quiero ver cuando lleguen taxis aéreos citadinos-; automatización de plantas armadoras y otras industrias; etcétera.
Incluso analistas mencionan cómo deben hacerse adecuaciones industriales para cumplir con T-MEC si empresarios desean exportar a EUA y CANADÁ; por cierto, harán falta asesores en CTI para cumplimiento normativo laboral, fiscal y las demás derivadas del T-MEC. De esto en otra ocasión.
Para regresar al punto, ¿qué sucederá en México si baristas son desplazados por estos robots preparadores de café? No dudo que saldrá algún tomador de decisión para defender los derechos laborales mientras trata de ganar votos.
Sería mejor esta preparados normativamente.
Los recursos humanos existen; entre excelentes baristas mexicanos tanto como científicos y científicas; expertos en CTI, para establecer normas y asistir al desarrollo de la industria agroalimentaria cafetalera.
Así, además, expertos en México para CTI podrían innovar haciendo el robot barista mexicano; siempre cuidando la propiedad industrial. O bien, robots cosechadores de café y más. Este es otro nicho de oportunidad para la mejora.
Si empresarios mexicanos quieren continuar en “comprar a peso y vender a cinco”, sólo comercio, quedarán rezagados. Claro que en comercio hay riesgo de inversión, rendimiento y oportunidad de progreso; pero no es el riesgo de inversión en CTI.
La inversión en CTI es de alto valor agregado, con alto, muy alto, rendimiento si el producto se coloca. En consecuencia, también es de alto riesgo.
Una pregunta emerge ante el hecho del robot barista con IA: ¿cuántas posiciones insospechadas pueden sentirse en peligro ante los productos de la CTI?
Podrán pensar que muchas. No obstante, a pesar de esa percepción, errónea cabe decir, la alternativa estratégica correcta es estar preparados.
En lo público, con normatividad no restrictiva sino promotora de la CTI, en lo laboral, lo hacendario, lo económico lo educativo, y más.
En lo privado, promoviendo inversiones en CTI disruptiva, de avanzada, así como en la capacitación en CTI para su personal.
Industria productora de alimentos, agroindustria, la de bebidas, farmacéutica, automotriz, aeronáutica, a todas, todas, pues, les es pertinente y conveniente tener estos hechos, como el robot barista ejemplifica, en mente.