Diferencias entre un estúpido y un idiota
Mal día para Morena ayer, porque perdió dos iniciativas clave: una para congelar y expropiar cuentas bancarias sin la mediación de un juez, y el recorte al presupuesto a partidos políticos pues ahora son ricos y no necesitan los recursos del INE.
Cuando el Congreso de Yucatán, en junio de 2017, acordó disminuir en 50 por ciento el subsidio a partidos políticos, el líder nacional de Morena interpuso un recurso ante la Suprema Corte para anular esa ley en Yucatán porque, indicó en su alegato, violaba la equidad, los derechos humanos y los derechos políticos.
Esa vez triunfó el líder de Morena que promovió ante la Corte la acción de inconstitucionalidad contra el recorte al gasto a partidos en 50 por ciento, y quedó sin efecto el recorte.
Quien presentó la acción legal para frenar la ley que disminuía en 50 por ciento el recurso a los partidos, el 29 de junio de 2017, era Andrés Manuel López Obrador.
Sí, el mismo que ahora, ya instalado en el gobierno, con un partido multimillonario y dueño de la entrega de 300 mil millones de pesos al año para repartir en programas sociales cuyos padrones controlan, planteó que todos los partidos debían tener un recorte presupuestal de 50 por ciento.
En efecto, quiere recortar la mitad del presupuesto a partidos, cuando hace apenas dos años fue a la Corte para echar abajo la ley yucateca que decretaba la misma reducción.
Aquella vez argumentó temad de equidad, derechos políticos, derechos humanos y derechos constitucionales.
En esta ocasión, para pedir el recorte que en su momento impugnó, usó argumentos de austeridad.
Ayer, perdió. Los diputados de Morena no tuvieron la fuerza para aprobar ese recorte, pues sus aliados el PT y el Verde, unieron sus votos al PAN, PRI y Movimiento Ciudadano votaron en contra.
Quién tiene razón es otro debate. El caso es que ayer quedó demostrada la incongruencia entre el líder opositor Andrés Manuel López Obrador, y el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.
La otra derrota de Morena sufrida ayer en la Cámara de Diputados es mucho más importante y positiva para la democracia, porque era un peldaño hacia la tiranía.
Dos veces había perdido Morena la votación para “darle dientes” a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la secretaría de Hacienda y ayer forzaron una nueva votación, y ese partido volvió a perder.
Como apuntamos en esta columna hace un mes, con esa iniciativa se aplicaba la extinción de dominio a cuentas bancarias que la UIF ordenara congelar por la presunción de algún ilícito.
De esa manera, por la sola presunción de la UIF podía congelarse una cuenta y aplicaba la extinción de dominio (el gobierno le quita el patrimonio al que quiera, a través de la UIF), sin que hubiera una autoridad imparcial ante la cual un ciudadano se pueda defender.
Es decir, del proceso de presunción de un delito, congelamiento y expropiación de cuentas, se eliminaba a una figura central en un Estrado de derecho: el juez.
El primero en levantar la voz contra ese mecanismo totalitario, en que el gobierno (UIF) se convertía en juez y parte, fue el diputado del PRI Enrique Ochoa, quien ha desempeñado un brillante papel en San Lázaro, y la también priista Dulce María Sauri.
A ellos se sumó, y tomó la batuta de la batalla contra esa arbitrariedad de corte soviético, la diputada morenista por el estado de Hidalgo, Lydia García Anaya.
En la votación clave, ayer jueves, PAN, PRI, MC y una fracción de Morena que votó a conciencia y en contra de la consigna, derrotaron la iniciativa en su parte inconstitucional. Va de regreso al Senado y se frenó ese paso a la tiranía.
Tal reforma –explicamos aquí hace un mes-, planteaba que la UIF pueda ordenar a un banco congelar cuentas por una presunción. El banco avisaría al perjudicado y la UIF podía solicitar la extinción de dominio (quitar los ahorros) a la Fiscalía General de la República.
Borran la figura de la “autoridad competente” establecida en el artículo 14 de la Constitución, que dice: “Nadie podrá ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud del mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”.
Todo eso el gobierno lo hacía letra muerta y se convertía en acusador, juez y parte.
Ayer perdieron por tercera vez la votación y parece que es la vencida. Regresó al Senado la iniciativa.
La oposición y un sector de Morena, le quitaron ayer al gobierno un importante peldaño hacia la construcción de una tiranía.