
Oposición no regatea la unidad nacional ante llegada de Trump
Por supuesto que una vida humana es algo invaluable. Para este monero, hablar de este tema representa un reto. Pero es indispensable que, desde nuestro país, observemos la situación que se vive con nuestro vecino. Un vecino con el que no solo compartimos la frontera más grande, sino que además tiene el mayor número de mexicanos viviendo fuera de nuestra nación. Un vecino que es nuestro mayor socio comercial y que tiene como candidato a la presidencia de su país a un expresidente que fue un agresor en contra de nuestro pueblo durante su mandato y sus campañas.
Donald J. Trump ha sido una molestia para nosotros y, aun así, creo que nadie desea que un atentado mortal le suceda. Pero a quienes velamos por México, nos sirve saber y observar lo que está sucediendo allende la frontera, dado que cuando el gigante del norte tiene gripe, a nosotros nos da pulmonía.
En los próximos días se volverá a hablar de temas que siempre se ponen en la mesa de discusión: su relación odio-amor con las armas, el espíritu agresivo de su cultura, su eterna vulnerabilidad interna. Incluso los temas consprianóicos que muy pronto comenzarán a sugerir teorías que se discutirán por décadas.
El caso es que, al final de cuentas, se ha llegado a otro momento histórico en el que México parece estar relacionado tangencialmente, pero que representa una posibilidad de cambio interno dentro de ese país que podría afectar al nuestro. Habrá que mantenerse alerta y observar. No nos queda de otra. Para nosotros también hay mucho trabajo que hacer en el interior de nuestra revuelta y desmoronada República.