
¿Quién será el Papa 267?
Los seguidores más fieles del presidente Andrés Manuel López Obrador sostienen que tenemos «el mejor gobierno en el peor momento», con relación a la insuperable crisis de Covid 19 que tiene sometidas a las instituciones de salud pública y privada a una lucha constante sin derrotero previsible a corto y mediano plazo, ya que la aplicación de las vacunas apenas comenzó y a cuentagotas, debido al desabasto existente en todo el mundo.
La realidad es que hoy, el tabasqueño es paradójicamente el mejor ejemplo de lo que siempre debe hacerse: tomar con seriedad la pandemia, para poner en práctica todas las recomendaciones de aislamiento del virus como usar cubrebocas, lavarse las manos de forma constante, guardar distancia de las demás personas, usar gel antibacterial y otras.
De todas ellas -y que desde hace meses el mundo científico dijo que era muy efectiva-, es el cubrebocas, para cubrir nariz y boca de los aerosoles que expedimos, incluso, al respirar. Sin embargo, López Obrador minimizó esa protección y hoy, desventuradamente, padece el nuevo coronavirus.
Su ausencia, ya de 72 horas en las conferencias mañaneras -si se considera también este miércoles- es notoria, no cabe duda que nadie está listo para llenar sus zapatos y ser el hombre histriónico y conquistador de masas que demuestra ser.
Conforme pasen los días, no verlo o saber de él se volverá brutal, lo que no es conveniente para el Estado. Sobre todo porque la narrativa actual de la cuatroté, es que por confidencialidad de los datos personales, no es posible dar a conocer detalles de su estado de salud y por eso están desatados los rumores.
El Gobierno Federal tendrá que ser muy hábil para mantener la atención pública desviada de López Obrador y sobre todo, convencer al pueblo de que no hay nada qué temer. Además, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero debe estar informada, porque el primer día desconocía que el Presidente estaba en su departamento de Palacio Nacional.
López Obrador sabe, al derecho y al revés, que las señales políticas que mande tras su recuperación serán vitales. Verlo de regreso sin hacer lo correcto, será un retroceso y una irresponsabilidad del líder del país.