
El uso del pasado
Por lo general, según ha leído este monero, las ciudades se fundaron justo donde el recurso del agua era más accesible en cada región. En el gran tunal o mal llamado valle del Tangamanga convergían varios ríos y corrientes que hacían más propicio el asentamiento que en el vecino cerro de San Pedro con todo y sus enormes riquezas.
Sin embargo, en aquellos principios jamás se contempló que la ciudad pasaría del millón de habitantes en su zona conurbada compartida con otros municipios. Hoy la corriente (Av. Reforma), el Río Santiago y el Río Españita están convertidos en vialidades. El agua subterránea se agota, la instalación de más centros urbanizados, algunos cada vez más inaccesibles invadiendo los cerros, el establecimiento de nuevas empresas y el agotamiento de los recursos hídricos subterráneos hace preocupante el futuro de nuestra ciudad y región. Los problemas técnicos del Realito, la presa de San José, la contaminación por flúor y el negligente usuario moratorio son más problemas que enfrentamos en nuestra ciudad. Y la situación que vive nuestra vecina Sultana del Norte hace que pongamos atención en un futuro dónde las cosas se salgan de nuestro control. De por si existen varias colonias con situación de desabasto, debemos considerar nuevas estrategias y planes dictadas por los expertos y apoyadas por los políticos.
Nuestra obligación como ciudadanos usuarios es pagar nuestras cuotas, cuidarnos de fugas y desperdicios, evitar la basura y la contaminación y presionar a nuestras autoridades para que sigan trabajando en el problema.