Diferencias entre un estúpido y un idiota
Es la pregunta o el distintivo que buscamos todos los hombres (aclarando que también existe la versión contraria por las mujeres). ¿Cuál es la mujer perfecta? La revista Men’s Health le atribuye a la mujer ideal características cómo pies pequeños, piernas largas, risueña, inteligente e independiente. Mientras que los cánones de belleza cambian y se adaptan a los nuevos tiempos, las matemáticas siempre van a ser la ciencia más exacta. Se preguntarán, ¿Por qué las matemáticas? Esto es, según un estudio basado en los cálculos que utilizaban los antiguos griegos, es el de la de los estándares de belleza Phi. Un concepto que ya fue utilizado por artistas como Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci, y que se rige por unos cálculos matemáticos que consiguen definir en números la belleza. Este método se aplicó realmente y arrojó el resultado en Bella Hadid como la mujer con el rostro más perfecto del mundo publicado en el Daily Mail, que detalla que la modelo obtuvo un 94.35% de puntuación, batiendo record de portadas y campañas en 2017. Entonces para qué tanta arrogancia y exceso de sobrevaloración en Instagram con altos estándares de supuesta perfección. Como definiríamos a la mujer perfecta, la cual esté exenta de llamadas a temprana hora por sus hermanas cuando la noche anterior se vieron y no puede darte los buenos días; la que recibe llamada de su prima (la mamá soltera fiestera con un caos en su vida) y pospone tu invitación para salir como pareja porque tiene que escucharla ya que los hombres son unos perros; aquella que ya no cree en la relación de pareja, porque su círculo social está integrado por mujeres separadas, las cuales tienen que cargar con hijos, les fueron infieles o quizás hasta maltratadas, las cuales ya le llenaron la cabeza que todos son iguales. Más bien, su capacidad cognitiva es la atracción de patanes (entiéndase de los hombres que se comportan de forma ignorante, tosca y grosera). Habitualmente a los mitos eróticos del séptimo arte les basta con sólo una escena para erigirse como íconos. Me refiero a ’10 la mujer perfecta’ la película protagonizada por Mary Cathleen Collins, conocida como Bo Derek; dónde impactó por su escena en la playa, corriendo a cámara lenta con un ajustado traje de baño de una sola pieza y el detalle de su peinado afro (trenzas), inspirado en el de la tribu de los Fulani, que causó furor y creó escuela; Así que su personaje de Jenny Hanley, un sueño e ideal de belleza femenina, no solo volvía loco al protagonista el compositor George Webber (Dudley Moore), sino también a millones de espectadores, hombres y mujeres, de todas partes del mundo. Webber dispuesto a dejarlo todo para seguirla, aunque él ya tenía una nueva relación, y pese a saber que ella estaba de luna de miel, la sigue hasta las playas mexicanas de Manzanillo buscando conocerla y tener una aventura. Un comedia romántica de 1979, la cual proyecta la vida de un conocido compositor que atraviesa le crisis de los 40. Y vaya que esa crisis existe, en pleno siglo XXI los ‘sugar daddy’ como se le conoce a la relación sexual ‘transaccional’ y la moda por las veinteañeras en el segundo aire masculino. En sí, la película es una muestra de cómo nos dejamos llevar por las apariencias y estímulos físicos cuando en casa tenemos una verdadera pareja (aplica ambos sexos) con la cual compartimos una Vida. A diario nos bombardean con fotografías de mujeres espectaculares, con abundante maquillaje, poses incómodas, un cuerpo muy delgado y los típicos comentarios sobre “así debe de ser una mujer verdaderamente bella”. Todo esto nos genera una idea errónea, ¿dónde quedó el intelecto y sus valores? La respuesta es un rotundo y claro NO. Una mujer perfectamente imperfecta luce así, imperfecta, auténtica, fresca y única. Son diferentes y eso es lo que las hace bellas, acéptate cómo eres y sácale provecho a cada detalle de tu ser, sin clichés de mujer empoderada, más vale sola que mal acompañada, lo mejor está por venir, volverte fit a fuerzas, o ser protectora de perritos y gatos. Aférrate a tu esencia y a lo que en realidad eres. Aprovecha todo lo que tienes para enaltecer tus virtudes. Proyecta lo que en verdad eres y asientes a las personas que te rodean, no importa si crees que no eres esbelta o si tus labios son gruesos, lo principal es que te sientas libre, siempre hay un moretón para un chingazo. No hace falta realizar acrobacias ni retorcerte para salir perfecta en una fotografía. Mejor captura lo mejor de ti y demuestra esa hermosa sonrisa que logra proyectar algo más bello que un perfecto delineado. Encuéntrame en Facebook como David Álvarez Productor.