
Cesan a médicos de IMSS en Tabasco por usar botella como campana cefálica
Xóchitl Gálvez tiene todo para competir en serio y eventualmente ganar. No será fácil. Requerirá claridad estratégica en el plano comunicacional y en la operación política, sumar los recursos en su entorno como son estructuras partidistas, representaciones ciudadanas, medios y autoridades afines. Son muchas las urgencias y lo más importante es recuperar la iniciativa ciudadanizada y disruptiva. El presidente, sin pretenderlo, le ayuda y ella no debe dejar escapar oportunidad. A cada señalamiento implícito o explícito debe responderle sin dar curso a una postura defensiva. Quienes le aconsejan no hacer de él el objetivo están equivocados. López Obrador es el eje del oficialismo, es vulnerable y los resultados de su gobierno desastrosos.
La cuasi candidata requiere entender bien a la sociedad que pretende movilizar. Más de la mitad no le conoce y es preciso diferenciar la división que existe en el electorado y que requiere de una estrategia y tácticas igualmente diferenciadas. Hasta hoy tiene la preferencia de las zonas densamente pobladas, donde en 2021 se pronunciaron contra el obradorismo y le quitaron la mayoría legislativa. El descontento allí está y debe dársele cauce. Poco dice el llamado a la reconciliación ante el agobio de la delincuencia, de la corrupción y el despotismo centralista. Requieren certeza y esperanza por un cambio auténtico y de firmeza para enfrentar a los delincuentes, a los corruptos actuales y del gobierno anterior, así como a los mediocres en el ejercicio de la autoridad. Para ello es preciso un compromiso inequívoco de abatir la impunidad.
La nota completa en Quadratín Yucatán