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Lutzow libre: exsecretario de Salud de SLP logró arraigo domiciliario
CIUDAD DE MÉXICO-. 17 de enero de 2021.- Respaldamos la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de impedir que el presidente use el aparato de comunicación a su alcance para hacer propaganda a favor de su partido y en contra de la oposición, pero también exigimos que se les cuiden las manos a los mal llamados Siervos de la Nación, que lo mismo reparten dinero en efectivo, que hacen propaganda política con la vacuna contra el Covid 19.
Así lo expresó el dirigente de Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza, quien señaló que la Constitución es muy clara: el presidente no puede hacer campaña electoral desde su cargo, ni denostar a ninguna fuerza política, mucho menos utilizando recursos públicos. Nuestro total respaldo al Instituto Nacional Electoral en esta determinación, porque todos debemos apegarnos a la legalidad y respetar al árbitro electoral.
“Celebramos que el INE empiece a limitar ese abuso por parte del presidente, que ha dedicado horas para golpear sin sustento a la oposición, que abusa al promover a su partido. Ahora pedimos que además de cuidar la boca al presidente, se les cuiden las manos a los mal llamados Siervos de la Nación”, añadió.
Expuso que, de forma dolosa y tramposa, el presidente está haciendo campaña electoral con la aplicación a cuenta gotas de la vacuna contra el COVID, la mejor prueba es que se lo encargó a su operador electoral de toda la vida, Gabriel García Hernández, quien es el jefe de los superdelegados y de los mal llamados Siervos de la Nación, una organización de Morena que cobra en el gobierno.
Ellos son los encargados de manipular el gasto electoral disfrazado de programas sociales. Cortés Mendoza indicó que hay una danza de cifras alegres, el gobierno habla de millones y millones de vacunas, pero no se han recibido más de 500 mil dosis, las cuales solo alcanzan para 250 mil personas en un país de 120 millones de habitantes, señalando que al ritmo que llevan tardarían años en vacunar a toda la población. “Hay una evidente manipulación de las cifras.
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