
Destruyen laboratorio de droga sintética en Santa Ana Ixtlahuaca, Edomex
En los últimos días, la presidenta Claudia Sheinbaum ha elogiado públicamente el trabajo del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch; el de Educación, Mario Delgado y de Rommel Pacheco, titular de Conade, a quien de hecho ha reconocido en al menos dos ocasiones consecutivas durante la Mañanera del Pueblo.
El multimedallista olímpico, ahora inmerso en la política con Morena, avanza con pasos medidos pero firmes y sus esfuerzos empiezan a reflejarse en el desarrollo del deporte nacional.
Sin embargo, estos reconocimientos públicos no suceden en el vacío. Mientras Pacheco recibe aplausos, otros actores políticos se encuentran en la mira, ya sea por circunstancias inevitables o por estrategias de señalamiento que no parecen del todo fortuitas.
Un ejemplo claro es la reciente referencia a la gobernadora de Guanajuato, con quien la presidenta anunció que se reunirá, subrayando que su estado ocupa el primer lugar en homicidios dolosos.
Aunque el mensaje es necesario en términos de seguridad, no deja de tener una carga política evidente.
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