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GUADALAJARA, Jal., 26 de diciembre de 2020.- Ya pasaron 8 días del asesinato del exgobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, ocurrido en un bar de Puerto Vallarta. A la fecha la ciudadanía continúa sin explicarse el ¿por qué? de dicho atentado.
El sábado 19 de diciembre, integrantes de grupos de Jóvenes del PRI en el estado, colocaron a las afueras de Casa Jalisco, donde habita el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, mantas exigiendo justicia para el exmandatario asesinado, las cuales ya fueron retiradas del lugar y sólo se dejó un enorme moño negro en señal de luto.
Quienes caminan por la zona, dicen es poco de lo que realmente se merece la muerte de Sandoval Díaz. “No soy muy partidario, tampoco entiendo mucho de política, sólo sé que acabar con la vida de una personas es una cobardía, porque a lo mejor tenía a sus guardaespaldas, pero al final lo atacaron y él no se pudo defender.
Si tenía cuentas pendientes pues bueno, de alguna manera pagó, pero insisto acabar con alguien no resuelve ningún problema”, puntualizó un habitante que habló para Quadratín Jalisco. “Fue lamentable, la pérdida de un buen gobernador, como todos, quizá robó, quizá hizo cosas chuecas o bajo el agua, pero la manera en que murió no fue digna, esperemos Alfaro haga algo al respecto”, añadió.
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