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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 20 de agosto de 2020.- El caso de Emilio Lozoya sigue dando de que hablar, pues en su denuncia interpuesta el pasado 11 de agosto ante la Fiscalía General de la República (FGE), acusó a 16 políticos y altos ex funcionarios, entre los que se incluye a los ex presidentes Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón Hinojosa y Carlos Salinas de participar en actos de corrupción y tráfico de influencias, además de haber causado daños al patrimonio nacional por sus actos ilícitos.
De acuerdo con el periódico Reforma, la denuncia también implica a los ex candidatos a la presidencia en 2018: Ricardo Anaya y José Antonio Meade.
También señala a Peña Nieto y al secretario de Hacienda durante su administración, Luis Videgaray, como las cabezas en las operaciones de corrupción.
“Entre Peña Nieto y Videgaray existió un acuerdo para implementar un aparato organizado de poder que —desde las más altas esferas del régimen— instrumentó lo necesario para obtener beneficios que afectan la soberanía de México, sometiéndola a personas y grupos, nacionales y extranjeros”, señaló Lozoya en su declaración filtrada en redes sociales, de lo cual la FGR se ha deslindado.
El diario también explica que el ex funcionario fincó sus principales alegatos en millonarios sobornos provenientes de Odebrecht y su filial Braskem, y que fueron entregados a distintos ex funcionarios.
Lozoya denunció que para el 2013 Odebrecht ya tenía a Peña Nieto de su lado y que la relación entre el conglomerado brasileño y el estado mexicano era de poder. «Odebrecht sabía de su influencia y sometimiento, por lo que no la iba a perder
—ni la quería perder—, ya que participaba de manera activa en la política energética del país”, señaló.
Asimismo, aseguró que entre 2012 y 2014 los brasileños le hicieron por lo menos tres entregas importantes de dinero por sumas de 3 millones 150 mil dólares, 5 millones 951 mil dólares y 84 millones de pesos.
Lozoya indica que 1.6 millones de dólares de la primera entrega sirvieron para pagar los consultores electorales de la campaña presidencial de 2012, y el resto fue utilizado para sobornar, por órdenes de Peña y Videgaray, a legisladores panistas para que votaran en favor de las reformas
estructurales.
Sin embargo, Lozoya indicó en su denuncia que esto último terminó en “extorsión de los panistas” para obtener más dinero y posiciones de poder.
Reforma recopila que el dinero fue entregado a Ricardo Anaya y su secretario particular, Osiris Hernández; así como a los ex senadores Ernesto Cordero, Jorge Luis Lavalle, Salvador Vega, Francisco Domínguez y Francisco García Cabeza de Vaca, estos dos últimos actuales gobernadores de Querétaro y Tamaulipas, respectivamente.
La denuncia también involucra al ex Secretario de Energía durante la administración de Calderón, José Antonio Meade, y a José Antonio González Anaya, ex director de Pemex, por haber recibido sobornos.
Mientras que al ex presidente Calderón lo denuncia por haberle concedido a Braskem condiciones inexplicables para la instalación de la planta de Etileno XXI en Veracruz, ocasionando pérdidas millonarias al patrimonio de la nación.