
Fallece José Miramontes Zapata, fundador de la Orquesta Sinfónica de SLP
Sorprendente el arrojo autoritario del presidente López Obrador cuando faltan unos meses para la selección de su candidato(a) presidencial y poco más de año y medio para el inicio de un nuevo gobierno. Hace recordar a López Portillo cuando resolvió estatizar la banca a unos meses de su entrega del poder. Sorprende todavía más la facilidad con la que puede imponerse, no hay
resistencia política ni social.
Sorprende, sobre todo, el estado de indefensión de la sociedad frente al manazo autoritario, al que nada frena. La embestida presidencial se acompaña de una adhesión mayoritaria de los mexicanos, quienes suscriben la idea que más vale un régimen autoritario que haga propia la causa de los más, que un gobierno democrático indiferente a lo que la gente quiere. La propaganda del régimen tuvo
éxito en acreditarse a través del repudio a los demás. En ausencia de ciudadanos los resultados no importan, sí las intenciones y las arengas morales. La cuestión hacia delante son los resultados, que la gran mayoría padece.
Más información en: Quadratín México