Sheinbaum lamenta homicidio del sacerdote Marcelo Pérez en Chiapas
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 12 de septiembre de 2023.- Es la primera vez en la historia de México que dos mujeres van rumbo a las elecciones presidenciales del 2 de junio de 2024.
La primera es Claudia Sheinbaum, dirigente de izquierda y exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien ganó la elección interna de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido fundado por Andrés Manuel López Obrador, y que va en alianza con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
La senadora Xóchitl Gálvez es su principal rival, ella obtuvo la postulación del Frente Amplio por México, la alianza opositora que formaron los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
Alguna de las dos se convertirá en 2024 en la primera mujer presidenta de la historia de México.
Antes hubo otras líderes políticas, que en campañas controvertidas y en diferentes circunstancias históricas se postularon para la silla presidencial.
Rosario Ibarra de Piedra fue la primera, una activista de derechos humanos que tenía un hijo desaparecido por la represión estatal y que participó en las presidenciales de 1982. Eran los tiempos del PRI, el partido único que gobernó el país durante siete décadas de manera consecutiva.
Ese año, en elecciones que todavía eran más bien una simulación porque estaba garantizado el triunfo del candidato priísta, De Piedra obtuvo solo el 1.7 por ciento de los votos. Fue suficiente para abonar a la construcción de un sistema democrático.
En las siguientes elecciones, en 1988, De Piedra se postuló por segunda ocasión. Quedó en quinto lugar, pero siguió una ejemplar carrera política que la llevó a ser diputada y senadora.
Antes de morir en abril de 2022, a los 95 años, fue postulada en cuatro ocasiones al Premio Nobel de la Paz.
Cecilia Soto
En 1994 hubo dos candidatas presidenciales: Cecilia Soto, del Partido del Trabajo, y Marcela Lombardo, del Partido Popular Socialista (PPS). Alcanzaron, respectivamente, 2.7 y 0.4 por ciento de los votos.
Soto, una dirigente feminista que ya había sido diputada, continuó su trayectoria como embajadora de México en Brasil, cargo que Vicente Fox le ofreció en 2001.
Soto asumió en 2016 como diputada de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México y, dos años más tarde, ganó una diputación nacional.
Lombardo, por su parte, provenía de una legendaria familia de la izquierda mexicana, ya que era hija de Vicente Lombardo Toledano, líder sindicalista y fundador del PPS.
Antes de postularse a la Presidencia ya había sido diputada en dos legislaturas (1976 y 1988). Falleció en 2018, a los 91 años.
Patricia Mercado
En 2006 fue Patricia Mercado, una economista que había liderado los partidos Socialdemócrata y México Posible y que, en su candidatura presidencial, obtuvo el 2.7 por ciento de los votos.
En 2014 se sumó al gabinete del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, para ocupar la Secretaría del Trabajo y, luego, la Secretaría de Gobierno. En 2018 ganó una senaduría y sigue siendo una de las líderes políticas con peso en el país.
Parteaguas
En 2012 las candidaturas fueron un parteaguas con la postulación de Josefina Vázquez Mota, la abanderada del Partido Acción Nacional que logró quedar en tercer lugar con 26 por ciento de los votos.
Es la mujer que hasta ahora ha alcanzado el mayor respaldo ciudadano en una elección presidencial.
Vázquez Mota había iniciado su carrera política en 2000, cuando Fox la sumó a su gabinete como secretaria de Desarrollo Social. En el sexenio siguiente, con Felipe Calderón (2006-2012), fue secretaria de Educación Pública.
Ya con el PAN fuera del poder, Vázquez Mota ganó primero una diputación y luego una senaduría que tiene fecha de vencimiento en 2024.
De primera dama a candidata
Margarita Zavala, en 2018, fue la única mujer que contendió por la Presidencia. Fue «independiente», ya que para entonces había renunciado al PAN, el partido de derecha en el que tanto ella como su marido, Felipe Calderón, habían militado toda la vida.
Zavala, quien había sido asambleísta del Distrito Federal y diputada antes de ser primera dama, quedó en último lugar con 0.6 por ciento de los votos.
En su contra jugó el escándalo por las irregularidades en el registro de firmas con las que avaló su candidatura, pero sobre todo el saldo negativo de la presidencia de Calderón, que inició una guerra contra el crimen organizado que sólo exacerbó la violencia y que, hasta hoy, sigue dejando un saldo negativo de cientos de miles de víctimas.