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SAN LUIS POTOSÍ, SLP, 5 de agosto de 2023.- Una creencia frecuente es que alimentarse de forma saludable es costoso o llevar una «vida fit», sobre todo cuando se busca adquirir productos orgánicos o naturales. Sin embargo, una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló que adquirir verduras, legumbres, frutas y algunas proteínas de origen animal, cuesta lo mismo que si se compran alimentos ultraprocesados, hipercalóricos y otros que no tienen valor nutricional.
Un grupo de universitarios analizó los costos de la dieta de niñas, niños y adolescentes en México y encontró que alimentarse sanamente tiene un costo similar al de comer mal.
El resultado arrojó que los patrones alimentarios de niños, niñas y adolescentes de la Ciudad de México y de la Zona Metropolitana no son distintos en costos entre los saludables y los que no lo son. Lo que desmitifica la percepción de que una dieta sana es más cara.
El equipo de investigación aplicó un cuestionario de alimentos a 2 mil 014 niños, niñas y adolescentes de entre 4.5 años y 20 años para conocer las características de su dieta. Posteriormente analizó y determinó tres patrones de consumo: saludable, el de transición, y el no saludable.
Luego visitó mercados, supermercados y tiendas de conveniencia para conocer los costos promedio de cada alimento. Algunos precios que registró fueron los siguientes:
Un kilo de plátano costaba en promedio 20 pesos, mientras que un kilo de pastelillos alrededor de 55 pesos.
El litro de agua simple registró un costo promedio de 12 pesos por litro y un litro de alguna bebida azucarada tuvo un precio de 13 pesos.
Un kilo de carne de cerdo tuvo un costo promedio de 80 pesos, mientras que un kilo de frituras costó alrededor de 115 pesos por kilo.
¿Qué debo comprar y qué debo evitar para comer saludable?
Patricia Clark, jefa de la Unidad de Epidemiología Clínica del Hospital Infantil de México Federico Gómez-Facultad de Medicina UNAM, explicó que una dieta saludable es la que proporciona nutrientes que el cuerpo necesita para mantener su buen funcionamiento, por lo que incluye frutas, verduras, legumbres y granos.
La dieta no saludable incluye alimentos procesados o ultraprocesados, alimentos y bebidas hipercalóricos, altos en sal o azúcar, harinas refinadas y con altos contenidos de grasas trans o la comida precocida o prehecha.
El segmento de la población analizado correspondió a niños, niñas y adolescentes porque el equipo de investigación consideró la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), la cual arrojó que el 35.6 por ciento de los niños y el 38.4 por ciento de los adolescentes presentan sobrepeso u obesidad.
Por lo que no sólo consideró importante desmitificar que alimentarse de forma saludable es más costoso, sino que es importante cuidar los hábitos alimenticios de las infancias y juventudes. La investigación de la UNAM está nominada al mejor artículo de nutrición en el Nutrients 2023 Best Paper Award.