Que Senado decida: Sheinbaum sobre reelección de Rosario Piedra en CNDH
La derrota obliga a los partidos a una profunda y seria evaluación de su situación. Para el PAN y PRI la magnitud de la adversidad no se reduce a la contienda que concluyó. Su crisis, no solo por es por los votos, más que todo es resultado de la pérdida del proyecto de origen y viene de tiempo atrás. Dos partidos históricos, casi centenarios que miran a su pasado entre la nostalgia y el orgullo. Su único destino posible es reinventarse, tarea nada fácil, peor para el tricolor que nació del poder, no para representar.
El PRD ha desaparecido. Sobrevivió marginalmente con el generalizado trasvase hacia Morena. López Obrador les ofreció el mayor anhelo y les cumplió: alcanzar el poder. Una pérdida para el país y para la izquierda democrática. Careció de base social suficiente para acometer los retos a futuro.
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