
Miguel, michoacano de éxito en EU con visión ambiental de impacto mundial
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 21 de mayo de 2020.- En el foro Covid 19 y el mundo: Cambios Geopolíticos después del Coronavirus, se analizó la situación actual que se vive y las consecuencias políticas económicas que podrían derivarse de la crisis según como lo han manejado los líderes mundiales.
El evento, organizado por El Financiero reunió a Jorge Berry, columnista del diario; Antonio Navalón, columnista y Analista Internacional; Rafael Fernández de Castro, columnista y catedrático de la Universidad de California; y a Carlos Petersen, analista senior para Latinoamérica de Euroasia Group.
Al inicio de la discusión, Navalón indicó que una de las mayores lecciones de la actualidad es cuántas cosas viejas se quedaron en el presente sin que la sociedad se diera cuenta, y lo único que no se tenía previsto era que un virus como el Covid 19, pusiera de rodillas a la humanidad, que se encuentra a la cabeza del mundo desarrollado.
Además de que nadie tenía previsto que ante un virus que ataca y mata a la población, para salvar la vida de la ciudadanía los gobiernos tenía que decretar la prisión domiciliaria, además de comprobar que la comunidad científica proponga las mismas fórmulas que hace 14 siglos con epidemias como la peste: el lavado de manos y la reclusión en casa.
Puntualizó que aunque los gobiernos pudieron decretar el encierro, sin la alianza de la comunicación y la conectividad las sociedades hubiesen estallado mucho tiempo antes.
Navalón señaló que no se tiene un gran avance científico o una frontera que permita suponer cuándo se podrán organizar las poblaciones y cómo se podrá revertir el desmantelamiento industrial, sociológico y laboral de las sociedades, y en qué se puede confiar al final.
«Lo primero que se debe saber es dónde están los recursos, los humanos, los económicos, los financieros y por último la política. Qué va a pasar con la definición política tendrá que ver con cómo se administre esta gestión», indicó.
Aunque aseguró que nada volverá a ser igual, pues en cada mañana se puede observar como el Producto Interno Bruto (PIB) de los países cambian, el crecimiento del índice de desigualdad social en función del desempleo, por lo que aún se desconoce cuál es el costo real en la economía de confinar al mundo desarrollado.
«Esto que parece tan horroroso después de dos meses y medio de confinamiento es la parte más amable de lo que está pasando, porque al final del día cuando todo se abra veremos las consecuencias de todo esto», explicó.
Por su parte, Fernández de Castro comentó que existe un cambio muy importante en los establishments militares, por lo que habrá que repensar la visión del mundo ante la seguridad.
Indicó que Estados Unidos ha apostado por el no gobierno, es un país que desde la administración de Ronald Reagan ha sido crítico contra las instituciones y el gobierno en general, beneficiando la libertad individual y que los gobiernos republicanos han reducido los aparatos gubernamentales.
Por lo que en los últimos 30 años la gobernanza en Estados Unidos se ha debilitado, lo que a su vez es un reflejo de la gobernanza global, como puede verse en la falta de liderazgo en el Grupo G20.
Explicó que Trump tiene una pelea profunda en contra del Estado, pues para el mandatario la tecnocracia, los burócratas de carrera y aquellos que hacen seguridad, es una situación despreciable. Esto ha afectado la respuesta del país norteamericano en contra del nuevo coronavirus, lo que deriva en la necesidad de tener un resurgimiento de la gobernabilidad.
Ante este panorama Fernández de Castro señala que México debe buscar respuestas en otros países, de manera interna y ampliar su visión.
«Pensemos en la gobernanza, tanto local, estatal, federal y mundial, y algo tenemos que hacer porque el Covid 19 nos ha demostrado que esto no va bien», apuntó.
Similitudes en el mundo
Berry, indicó que Estado Unidos comparte políticas con el resto de los gobiernos populistas, como es el caso de Jair Bolsonaro en Brasil, quien ha cambiado al secretario de Salud tres veces en un mes; Andrés Manuel López Obrador en México, quien a inicios de la llegada del virus al país instaba a la ciudadanía a abrazarse y salir a las calles; y Boris Johnson en Reino Unido, quien rectificó las medidas después de haberse infectado y vivir en primera mano las consecuencias de la enfermedad.
Apuntó que todos estos mandatarios desprecian a la ciencia y lo estipulado por el personal médico para poder manejar la pandemia, además de rechazar la realidad «de una manera muy popular».
Es en este ámbito, Petersen indicó que la correlación de los gobiernos y a la popularidad política que han logrado ganar o perder en función de la crisis sanitaria, moldeará en un corto plazo el método de actuación a este tipo de situaciones.
Explicó que la región de Latinoamérica es uno de los mejores ejemplos de la correlación entre el virus y la popularidad de los mandatarios entre la ciudadanía.
Puso por ejemplo a Chile, el cual a finales de 2019 estaba volcado en una crisis política con constantes protestas en el país y la popularidad del presidente Sebastián Piñera se encontraba en un dígito, ante la llegada de la pandemia, la actuación del gobierno chileno fue coordinado y decisivo, con medidas duras y un entendimiento de la crisis que permitió aplicar políticas oportunas. Estas acciones elevaron la popularidad de Piñera entre la ciudadanía.
Esta situación también se presentó con Martín Vizcarra e Iván Duque Márquez, presidentes de Perú y Colombia, respectivamente, quienes vieron incrementadas su popularidad en mayor o menor medida.
«Hay una lección muy importante de entender, que medidas más duras dan un mayor capital político en el corto plazo», apuntó.
Sin embargo, también indicó que es importante cuestionarse lo qué pasará con el crecimiento económico cuando la percepción de crisis disminuya, pues indicó que será en esta etapa cuando muchos mandatarios acabarán debilitados.
Añadió que será interesante ver la dinámica en el capital político en función de las respuestas a corto y mediano plazo, lo que también abarca principios del 2021, lo que influirá en las dinámicas geopolíticas mundiales.
En cuanto a los países que han logrado sobrellevar la crisis de la mejor manera, destacaron a Alemania, Costa Rica, Corea del Sur y Australia, debido a su sistema de salud y la confianza de la población en sus gobiernos.
Las elecciones en Estados Unidos:
Los panelistas coincidieron que el nuevo coronavirus será un factor determinante para las elecciones de noviembre en Estados Unidos.
Ya sea que Donald Trump gane las elecciones y esté en otros cuatro años en la Casa Blanca o que Joe Biden logre hacer una mejor campaña presidencial desde su casa.
Fernández de Castro señaló que Trump tiene una amplia posibilidad de reelección. Por una parte, Biden no ha sabido conectarse a través de las plataformas para llegar a la ciudadanía y aprovechar el tiempo para que lo escuchen; por otra parte, Estados Unidos cuenta con un sistema electoral arcaico y no funcional para la actualidad.
Explicó que aunque Trump pierda la elección popular, como pasó en 2016, tiene posibilidades de ganar ya que existe un máximo de seis estados columpios que pueden definir las votaciones, como Michigan, Florida y Wisconsin.
Mientras que Petersen señaló que Trump puede verse beneficiado a partir de la entrega de los paquetes fiscales que su gobierno ha activado para atender la crisis; si la ciudadanía comienza a percibir que el dinero llega a sus casas y hay resultados, lo podría ayudar a ganar la reelección.