
Lamberto Quintero: el corrido que se viraliza cada 28 de enero
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de septiembre de 2018.- “Yo no me siento héroe, no busco ningún título”, son las palabras de don Oscar Vázquez, quien con 60 años a cuesta es uno de los seis veteranos que siguen activos de los que iniciaron aquel grupo de brigadistas a los que llamaron Topos y nació entre los escombros del edificio Nuevo León, en la conocida unidad habitacional Tlatelolco, el cual colapsó durante el terremoto de 8.1 grados que sacudió la capital del país el 19 de septiembre de 1985.
Impecable con su uniforme rojo y casco, de figura delgada, cabello cano y las huellas del tiempo en la piel, don Oscar está presente en la misa que recuerda a las 472 víctimas fatales reconocidas oficialmente en el edifico Nuevo León; ahí escucha la homilía, ve rostros de sobrevivientes y familiares de muertos que seguramente él recuperó, y hoy están en el mismo sitio donde hace 33 años la fatalidad los hizo encontrarse.
Don Oscar recuerda que tenía 27 años cuando, junto con su hermano, salieron a las calles a ayudar minutos después del terremoto, donde, sin conocerse y sin ningún tipo de entrenamiento en rescates, unos y otros se unieron para ayudar a los que estaban en desgracia.