Confirma Fiscalía que menor plagiada en Vergel sufrió abuso sexual
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 16 de julio 2020.- Comenzaron evocando a la generación de compañeros exitosos que egresaron juntos de la Facultad de Derecho Ponciano Arriaga Leija de la UASLP, los mismos que actualmente entregan sus éxitos profesionales al servicio de los potosinos; Daniel Pedroza, Arcelia, Alejandro y la propia magistrada, Rebeca Anastacia Medina, son apenas algunos de los nombres que saltan a la memoria de la presidenta del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), Olga Regina García López, antes de comenzar el diálogo con el presidente ejecutivo de Quadratín San Luis, Enrique Galindo Ceballos.
“Muchos de los compañeros cumplimos años en mayo, entonces se hizo costumbre armar una fiesta para todos los del mes y curiosamente el resto de los amigos se quedaban sin fiesta, por cumplir en otros meses, se volvió una anécdota muy curiosa y divertida”, recordó la magistrada presidente, Olga Regina, la tercera mujer en liderar el máximo tribunal de justicia en San Luis Potosí. Antes de ella se recuerda a María Elena Segovia y María Elena Sánchez Guzmán.
Los desafíos generales son -sin duda- buscar adaptar la impartición de justicia en circunstancias tan sui géneris, pero también proyectar una cercanía con la población, en aras de que se adentren a conocer las entrañas de un poder que brinda equilibrio en cualquier sociedad: el de los jueces, tribunales, litigios y conciliaciones.
Precisamente es de destacar que Olga Regina se convirtió en juez después de participar en los concursos de oposición, un oportunidad ganada a base de estudio y competitividad, dos enfoques que comparte en cada oportunidad con las nuevas generaciones, porque está convencida de que son el único camino para destacar y tan fue así, que logró escalar a una magistratura en el año 2014; para ese punto, la experiencia de haber estado de cerca con las personas que acudían a los juzgados, le permitió asumir la responsabilidad con mucho mayor sabiduría.
Dentro del Poder Judicial del Estado, se ha desempeñado como Secretaria de Estudio y Cuenta, Jueza Menor, Jueza de Primera Instancia y Magistrada; en enero de este año asumió como Presidenta del Supremo Tribunal de Justicia, lo cual le confirió, además, la presidencia del Consejo de la Judicatura.
“Tengo 28 años de servicio dentro del Poder Judicial (…), uno admira a los jefes que va teniendo, pero una de las principales herramientas es estudiar y analizar bien sus casos para llevar esa información, a mí me gustaba analizar las sentencias y todo lo que me ponían para llevar cuentas reales, el estatus verídico de los asuntos; cuando llego a Juez, es un gran compromiso saber qué hay detrás de cada una, eso me dio una sensibilidad para revisar los asuntos a consciencia y saber que había historias de vida en cada expediente”, comparte.
JUSTICIA PARA ADOLESCENTES
En su trayectoria, si algo le marcó, fue el periodo en que impartía justicia para menores; es ahí donde observó que un ser humano puede ir sufriendo traumas en la infancia y llega a infringir la ley, pero no por elección, sino porque la vida lo marcó de tal manera que en su mundo no había otra opción; tuvo la oportunidad de hablar con algunos y no tiene satisfacción más grande que haberlos podido rescatar de las garras de la delincuencia, fue testigo de cómo incluso se convirtieron en profesionistas, padres de familia y hasta abogados.
“Creo que es primordial que el juez no pierda nunca esa sensibilidad, que no se olvide de que son vidas a quienes está juzgando y que sus resoluciones van a impactar de alguna manera, lo haga a consciencia, con toda la preparación y el mayor cuidado que se pueda (…). Una experiencia que recuerdo en el Juzgado de Adolescentes, fue el caso de un chico que cometió homicidio imprudencial, ocasionó la pérdida de una vida en un accidente de auto pero no ameritaba estar en internamiento y anduvo huyendo para juntar dinero; cuando regresa, llegó con temor a preguntar si se iba a quedar detenido porque quería reparar el daño, entonces le empiezo a explicar que la justicia no se aplicaba así en su caso, eso le cambió la vida y su semblante al momento, recuerdo que le gustó el trámite jurídico por esa mala experiencia y decidió estudiar derecho. Un día llegó con traje y portafolio, no lo reconocí, y me dijo que estaba estudiando, me emocionó que de algo negativo pudo tomar lo positivo”.
UN GREMIO COMPLICADO
Pese a la división histórica en el gremio de litigantes, la trayectoria de Olga Regina le ha permitido encabezar un Poder Judicial de puertas abiertas; recuerda que desde la escuela ha tratado de aprender de los demás y bajo esa consigna es que ha invitado siempre a la construcción de una institución con aportaciones de todos.
Durante su carrera laboral, también destaca haber tenido jefes que la llevaron con su ejemplo a nunca olvidar que -si quieres permanecer vigente- debes mantenerte actualizado, máxime en un contexto tan evolutivo como el Derecho. Y vaya que ha progresado desde que fue Juez Menor en el municipio de Ahualulco.
“Allá los asuntos eran: mi gallina se fue para allá y entonces me la robaron, necesito que me ayude; eso a mí me marcó mucho, el trato directo con la gente y que iban los abogados preocupados por su tema (…). El trabajo de ellos es muy importante; pero tienen que transitar por este camino en el que ya no todo es litigio, existen otras salidas como la mediación, los arreglos que propician una solución conforme para ambas partes; yo trato de escuchar a todos, al gremio, a los magistrados, a los jueces, tengo poco tiempo en esta responsabilidad y luego me tocó esta pandemia, fue un parteaguas”, advierte.
NUEVA REALIDAD
Lo que era un plan a mediano y largo plazo, se vio acelerado por la premura de una pandemia. Apenas transcurrieron dos meses de haber tomado protesta cuando se cerraban las puertas en tribunales en aras de proteger al personal, usuarios y litigantes del temible Covid 19.
Lo primero era conocer a lo que estaba enfrentándose, y para ello recibió actualización constante sobre el comportamiento del virus en el mundo, la decisión inmediata fue no correr riesgos y adquirir los insumos necesarios para la operatividad que no podría pararse.
Aunque se topó con la inconformidad e incredulidad, no dudó en mantener la determinación de cuidar la salud de todos -creyentes o no creyentes- y el diálogo le facilitó las cosas, principalmente con los abogados que llegaron en buena lid a buscar su apoyo.
Proyectos hay muchos, desde evaluación económica, tecnológica y capacitación para que, en los próximos meses, sea posible tener el expediente electrónico completo y en consecuencia que el distanciamiento social obligado por la pandemia no sea impedimento en la aplicación de justicia.
Su visión de legado como presidenta del STJE es sin duda que los concursos tengan el sello de perspectiva de género, desde la capacitación, evaluación, convocatorias y exámenes; que todos quienes participen sea de manera indistinta, se sientan tranquilos de que se toman en cuenta todos los temas de derechos humanos, perspectiva de género y tratados internacionales.
PROFESIONALISMO Y ÉTICA
En vísperas de la renovación o ratificación de magistraturas, comparte que el proceso se ha legitimado gracias a la posibilidad de que todo el mundo opine y exponga sus puntos de vista con argumentos probados acerca de los aspirantes; además cualquiera que fuere el resultado, tiene la plena confianza de que será en beneficio de los potosinos; “conozco a mis compañeros y compañeras magistradas, son hombres y mujeres de trabajo que han aportado para que la justicia vaya caminando bien”.
En esta etapa, proyecta un Poder Judicial profesional, ético y donde sin duda el escenario ideal sería ser ratificada para seguir trabajando al frente, con una buena relación hacia el resto de los poderes, con apertura y un plano de respeto a la autonomía de cada uno de ellos.
“Si se me da la oportunidad me gustaría seguir trabajando, arrancar un nuevo tribunal, que no sea lo mismo, sino que cada uno aporte diferentes actividades para trabajar en las áreas civil, penal, si entraran compañeros nuevos, arroparlos y fortalecer a quien llegue”.
Emitidas las ternas, irán a evaluación del Congreso potosino y se decidirá de acuerdo con lo que los Diputados consideren y conforme lo que integre cada expediente, en un proceso de suma importancia para gobernabilidad en la administración de justicia; terminado el proceso, los nuevos bríos serán la gran oportunidad de entrar a un periodo renovador, donde los grandes retos también tienen relación con ciertas susceptibilidades, como señalamientos de corrupción o nepotismo.
Las medidas preventivas no están de más, tiene constante comunicación con jueces y monitoreo dentro del ámbito del respeto a sus atribuciones y criterios jurisdiccionales, aunque asegura que si llegan quejas de que los funcionarios no cumplen, no acuden o delegan sus responsabilidades como titulares de un espacio, acuden para tomar decisiones.
Su mensaje final es certero, busca seguir teniendo la oportunidad de dirigir con puertas abiertas, recepción de ideas y cualquier propuesta para que Poder Judicial no solo siga funcionando, sino que lo haga cada vez mejor; para ello no tiene duda de que requiere el compromiso de todos, desde mozos de oficina, actuarios y jueces, todos engranajes de la institución que representa.