Elecciones en Estados Unidos: ¿Cómo funciona el sistema electoral?
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 3 de noviembre 2020.- Este martes 3 de noviembre se llevan a cabo las elecciones en Estados Unidos, en las que Joe Biden y el presidente Donald Trump se disputan la presidencia, por lo que Grupo Estrategia Política (GEP) dio a conocer un panorama del proceso electoral en el país vecino, donde se espera que voten 150 millones de ciudadanos.
En el análisis, se señala que hasta este martes 96.5 millones de estadounidenses emitieron su voto, y que en total sean 150 millones de votantes, con lo que se tendría una participación de casi el 65 por ciento, y que podría ser la más alta desde 1908.
GEP destaca que el resultado de las elecciones estará influenciado por la emergencia sanitaria, la crisis económica, las tensiones por temas de discriminación racial y abuso policial, así como por la designación de Amy Coney Barrett como jueza de la Suprema Corte.
«Dichos temas han generado un cambio en las tendencias electorales del pasado,
incrementando las posibilidades de los demócratas de ganar en estados
tradicionalmente republicanos que ven con preocupación la coyuntura actual», establece.
Además de la presidencia y la vicepresidencia, también se definirá a 35 senadores, 435 representantes y 13 gobernadores. Así como la posición del liderazgo global del país y su papel en el manejo de desafíos compartidos a nivel mundial.
A pesar de que los pronósticos indican que Joe Biden es el favorito para ganar las elecciones, GEP recuerda que en procesos electorales anteriores, los pronósticos se equivocaron 15 o 20 por ciento de las veces. El 64% de las apuestas le otorgan la victoria a Biden, las encuestas le dan un 50.9 por ciento de probabilidad, frente a un 44.4% para Trump. Mientras que se prevé que el candidato por el Partido Demócrata obtenga 216 votos del Colegio Electoral, mientras que el presidente Trump llegue a los 125.
Cabe recordar que el ganador es aquel que obtiene, al menos, 270 votos electorales, sin importar que haya obtenido la mayoría o la minoría de los votos populares. En caso de que ninguno de los dos candidatos llegue a obtener el mínimo de los votos electorales, será el Congreso quien se encargue de elegir al presidente.
Entre las propuestas de Donald Trump para contar con otros cuatro años de mandato se encuentra el retiro de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el corte del flujo migratorio con amenazas económicas y seguir con la construcción del muro; el impulso a los combustibles fósiles por delante de las energías renovables; al considerar justo y recíproco el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se podría mantener la inercia, pero con presiones arancelarias y regulatorias.
Por su parte, Biden ha propuesto revertir la salida del país de la OMS, aumentar la cooperación regional en temas que causan la migración, alcanzar una economía de energía 100 por ciento limpia y cero emisiones netas a más tardar en 2050, la eliminación de exenciones fiscales empresas sobre utilidades (10%) generadas fuera de Estado Unidos. También respalda al T-MEC, y advierte que el país tiene un déficit comercial con México.
Respecto a la composición del Congreso, GEP señala que este es un tema de vital importancia para México debido al marco de la relación bilateral, entre los que se encuentran temas como una posible reforma migratoria, el restablecimiento del programa DACA, la supervisión de la implementación del T-MEC, entre otros.
Sobre la Cámara de Representantes, los sondeos proyectan que la mayoría demócrata en esta elección no se encuentra en peligro. Además de que las presidencias de los Comités Asuntos Exteriores y Asignaciones Presupuestales se encuentran vacantes y son clave para la cámara; en la primera Joaquín Castro, legislador clave para la relación con México busca llegar a presidirla.
Mientras que en el Senado existe una alta probabilidad de que los demócratas la recuperen al sólo necesitar ganar 4 escaños, o bien, 3 más la presidencia, con esto se podría romper la parálisis legislativa existente.
«2020 representa un mayor reto para los republicanos, al tener que defender 10 escaños más que los demócratas, incluidos Maine y Colorado, donde Trump perdió en 2016», señala GEP.
Debido a que los resultados de la elección son impredecibles, el grupo señala que cualquier escenario de retraso o ambigüedad en los resultados, tendrá impactos político-económicos. Por lo que realizó una predicción de posibles escenarios:
-Se mantiene el status quo, es decir, los republicanos ganan tanto la Casa Blanca como el Senado, pero pierden la Cámara, por lo que no habría cambios.
-Contrapesos. Esto significa que los republicanos ganan la Casa Blanca, pero pierden tanto el Senado como la Cámara, o bien, los demócratas ganan la Casa Blanca pero pierden tanto el Senado como la Cámara. En ambos escenarios, se podría generar un impasse en el Congreso, lo que serviría como contrapeso a las decisiones del presidente, ya sea Trump o Biden.
-Escenario demócrata. En este los demócratas ganan Casa Blanca, el Senado y la Cámara. Debido a que puede ser un escenario no tan improbable, los demócratas liberales y progresistas podrían revitalizarse y sus ideologías podrían generar una división interna.
-Gobernanza en riesgo. En caso de que se dé un triunfo abrumador demócrata y la amenaza de Donald Trump de desconocer los resultados, GEP señala que esto podría llevaría a resolver los resultados de la elección, a través de un fallo de la Suprema Corte, al menos unas semanas o mes después a la jornada, tal como sucedió en 2000.
«Si el Colegio Electoral llega sin una mayoría de votos se llevará a cabo una “elección contingente”. La elección del presidente pasa a la Cámara de Representantes y la elección del vicepresidente la decide el Senado. La elección sería decidida en la Cámara por los miembros entrantes elegidos en noviembre, y los senadores entrantes o reelegidos se unirían a los que completen sus mandatos en el Senado», explica.