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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 10 de mayo de 2020.- Ubicado en el costado oriente de la Calzada de Guadalupe, al sur de la 12va Zona Militar se encuentra el Internado Damián Carmona, uno más de los edificios diseñados por el ingeniero Octaviano Cabrera y que en la actualidad forma parte de la estampa de la arquitectura creada durante el Porfiriato.
El doctor René Torres Nava, quien se especializó en dicha institución, explicó para el programa Historia de San Luis que los antecedentes de la Escuela Industrial Militar —conocida así en sus inicios—, se remontan a la Escuela de Artes y Oficios Benito Juárez instaurada en 1881 durante el gobierno de Carlos Diez Gutiérrez.
Esta institución se encontraba establecida en lo que en su tiempo fue el antiguo exconvento de San Agustín. Aunque entre 1883 y 1884 cambia su nombre por el de Escuela Industrial Militar, para darle, precisamente a la educación, un enfoque industrial y formar a técnicos, de los cuales el país carecía para lograr el progreso de la nación.
Mientras que el entonces general de la 12va Zona Militar, Bernardo Reyes, impulsó la formación militar en las escuelas públicas en el país, principalmente en San Luis Potosí.
Esta fue una de las más importantes de México debido a su capacidad para albergar a una gran cantidad de alumnos, así como por el apoyo recibido por parte del gobierno, a través de la compra de maquinaria y el mantenimiento de las instalaciones.
GRAN INVERSIÓN
Para la construcción del edificio que albergaría la Escuela Industrial Militar, el gobierno le otorgó uno de los mayores presupuestos entre los edificios públicos del estado e incluso más que el propio Instituto Científico y Literario, actualmente la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
“Es la época del boom industrial. Se quiere impulsar la educación técnica para la formación de lo que está viviendo San Luis en aquel momento que es esta incipiente industria equipada tecnológicamente y, precisamente, se está buscando la mano de obra para que se incorpore a estas industrias”.
Además del territorio potosino, la Ciudad de México, Jalisco, Michoacán, Querétaro y Monterrey fueron los estados que más impulsaron la formación industrial militar a través de la creación de estas escuelas.
MUDANZA EN 1907
El cambio de la escuela a las nuevas instalaciones ubicadas en la Calzada de Guadalupe no fue sino hasta el año de 1907, para aprovechar las instalaciones e incorporar las máquinas que se requerían para los talleres impartidos ahí, entre los que destacaron los de fundición, herrería, carpintería, caligrafía e imprenta.
Gracias a estos talleres, se fabricaron las primeras piezas de mobiliario de las plazas públicas, las butacas del Teatro de la Paz, la impresión de documentos oficiales, los libros de texto para las escuelas públicas del estado, litografías y obras del poeta Manuel José Othón, así como la obra del general Bernardo Reyes, un ensayo sobre la instrucción militar en el país que fue repartido por todo el territorio nacional.
En el mismo programa, el licenciado Agustín Zapata —uno de los autores del libro Remembranza Histórica del Internado Damián Carmona. 1938-2015— señala que es en 1935 cuando el presidente Lázaro Cárdenas funda la escuela para los hijas e hijos del personal del Ejército Mexicano, aunque fue hasta 1938 cuando nace en el estado la Escuela Industrial Hijos del Ejército y que pasó a reemplazar la Escuela Industrial Militar.
Zapata señala que la desaparición de esta última se debe al poco alumnado con el que contaba al final de su historia. De acuerdo con reportes de 1938 y 1939, aunque seguía en funcionamiento, solo contaba con 14 alumnos.
No obstante, la nueva Escuela Industrial Hijos del Ejército no tuvo una amplia duración, pues su funcionamiento se mantuvo hasta 1942 y pasó a formar parte de la administración de la Secretaría de Educación Pública (SEP), con lo que también se terminó la vida militarizada en el estado.
Un nuevo comienzo
Para 1943 la escuela tuvo un nuevo comienzo como el Internado Damián Carmona, en honor al soldado potosino que participó durante los enfrentamientos bélicos de la Intervención Francesa.
En un inicio este nuevo internado, único en el estado, se encargaba de la formación primaria con enfoque socialista, de los 350 niños que albergó en sus instalaciones, aunque tampoco se dejó de lado la educación militar.
En la actualidad el internado (mixto desde 1978) mantiene el mismo número de alumnos, 350, de los que solo se quedan de manera permanente en las instalaciones 50 y reciben visita de sus padres los días miércoles.
Además de las clases académicas, se cuenta con talleres de ajedrez, música, danza, electricidad, herrería, panadería, coro, computación, artes gráficas, inglés, entre otros. Esta institución continúa siendo única en su tipo en el estado.