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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 16 de agosto de 2020.- Es uno de los artistas potosinos más importantes de la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, tanto la obra literaria como pictórica de José Jayme, está escasamente difundida en su propia tierra.
Nació en la hacienda de Santa Isabel, en el municipio de Villa de Guadalupe un 5 de abril de 1918, bajo el nombre de José Jayme Jayme.
En el programa Historias de San Luis, la maestra en Historia del Arte Mexicano, Ofelia Zacarías Díaz Infante, explicó que después del alumbramiento del artista su familia se mudó a la capital del estado, para posteriormente viajar a Guanajuato y trabajar en haciendas de la región, y por último llegó a Aguascalientes, en donde Jayme pasó la mayor parte de su infancia. Sin embargo, la familia nunca fue acomodada, por lo pasó por situaciones económicas complicadas, además de ser una de las razones por las cuales estaba en constante movimiento.
En la autobiografía del artista, a la que Díaz Infante tuvo acceso, quedó plasmada la odisea de su infancia, los viajes que realizaba con su familia en carretas tiradas por caballos o burros, así como las penurias que tuvieron que pasar. Incluso José Jayme escribió que nunca pudo estudiar de manera formal, por lo que acudía a las escuelas de las haciendas.
Será hasta su adolescencia y su regreso a la capital cuando sus padres lo inscriban en una escuela formal y en la que conoció a algunos de sus amigos que marcaron de una manera u otra, la producción y su involucramiento en el ámbito artístico y cultural de San Luis Potosí.
No obstante, tiempo después Jayme se muda a Laguna de Guadalupe, localidad de Guanajuato que colinda con San Luis Potosí, y donde comienza a realizar dibujos. A la vez que el párroco de la región lo introduce a la literatura y lo primero a lo que tiene acceso es una Biblia con ilustraciones del francés Gustave Doré, considerado como uno de los ilustrados más famosos del siglo XIX.
Por lo que Jayme comienza a manifestar sus inquietudes a través del dibujo y al mismo tiempo crece su interés por la literatura.
EN EL GRUPO BOHEMIO
Díaz Infante explicó que la familia, al ver los intereses de José, empiezan a apoyarlo y buscan obtener los recursos que les permitan comprar colores, lápices y papel, a la vez que uno de sus hermanos y su esposa lograron comprarle óleos para que comenzara a trabajar en ellos, además de contar con el apoyo del párroco del lugar y el maestro de la escuela.
Después de pasar cerca de tres años en Laguna de Guadalupe, se da su regreso a San Luis Potosí para establecerse de manera definitiva y donde se reencuentra con algunos de los amigos que había conocido en la escuela, quienes lo involucraron en el ambiente cultural al conocer a algunos de los poetas potosinos de la época.
En este periodo José Jayme se une al Grupo Bohemio —una de las asociaciones que marcaron una nueva era en la cultura potosina y que apoyaba diversas manifestaciones artísticas— y comienza a asistir a sus reuniones. Mientras que su padre lo presenta a una conocida suya que manejaba una academia de pintura llamada Leonardo Da Vinci, pues cabe señalar que en esa época no existía una institución de enseñanza formal de las artes.
“Asiste sumamente ilusionados y narra cómo le fascinaban los colores, logra tener acceso a muchos libros de grandes maestros del arte universal y a las que antes no tenía. A partir de ahí tuvo un acercamiento a la pintura al óleo, a trabajar sobre los soportes”, comentó la especialista.
El artista tenía el mismo vicio al alcohol que su padre, por lo que las clases duraban muy poco tiempo y después de aprender algunas cosas básicas, abandonó la academia. Sin embargo, su madre siguió insistiendo en su formación y lo inscribió en una academia de señoritas, donde aprende algunas técnicas artísticas; experiencia que resultó importante debido a que le permitió trabajar el óleo sobre otros soportes, como vidrio, lámina, cartón y tela.
Asimismo, la maestra Díaz Infante señala que logró entrevistar a una de las hermanas del artista, quien le contó cómo Jayme se oponía a pintar los pájaros y flores que les obligaban a hacer en la academia, pues él quería pintar Evas desnudas, demonios y otros personajes sobre los que leía en esa época, como la Divina Comedia de Dante y el Paraíso Perdido de John Milton, por lo que abandona nuevamente la academia y se vuelve autodidacta.
DE LA MAZA, PERSONAJE CLAVE
Otro de los personajes importantes en la vida y producción del potosino fue el doctor Antonio de la Maza Cuadra quien lo trató de una enfermedad. Aunque Díaz Infante señaló que Jayme estaba más agradecido con el doctor por haberlo involucrado en el ambiente cultural que por haberle salvado la vida, pues De la Maza le dio a acceso a una importante biblioteca que aún conservan los descendientes del galeno y que contenía temas de arte universal y contemporáneo.
Además de que involucró más ampliamente a José Jayme en el Grupo Bohemio y logró tener participaciones en sesiones que se realizaban con personajes importantes de la Ciudad de México. Para la década de cuarenta, el grupo logró hacer las primeras exposiciones de arte formal y de artistas contemporáneos al utilizar las instalaciones de la biblioteca de De la Maza y diferentes foros, como la Feria Nacional Potosina.
En el Grupo de Bohemia se contó la participación de personajes cómo Carlos Pellicer Cámara, y Fernando Leal cuando viajaban a San Luis Potosí. Además de Luis Chessal, Margarita Paz Paredes Joaquín Arias Méndez, entre otros; el grupo estaba integrado por artistas de diversas disciplinas, sobre todo del ámbito literario, así como algunos abogados, quienes impulsaron generaciones de artistas.
Es en este ambiente en el que José Jayme logró generar la mayor parte de su obra plástica.
PRIMEROS POEMAS
Respecto a su obra literaria, Díaz Infante explicó que el artista buscó manifestar sus inquietudes y una serie de situaciones que llegó a vivir a través del medio que más le acomodara. Por lo que de manera simultánea trabajaba su pintura y escritura. Los primeros poemas de José Jayme se publicaron en la prensa local a partir de 1943 y es al año siguiente cuando logró difundir su primera obra literaria titulada Retablos, en la que se compilan 25 prosas líricas.
Para 1948 sale a la luz Romances Bárbaros y Hora y Muerte, esta última obra existencialista que, de acuerdo el crítico literario Joaquín Antonio Peñalosa, es el libro más importante de Jayme en la literatura. Límite y Poemas Asimétricos, una compilación de poemas taurinos, son otras de sus obras publicadas, aunque estas fueron de forma póstuma en 1949 y 1950, respectivamente.
Además de la literatura y la pintura, José Jayme también experimentó con la escultura en materiales como yeso y piedra caliza, en las que realizó algunos desnudos femeninos, pero también expuso las emociones humanas a través de máscaras.
“Es un autodidacta, pero muy bien formado; él no solamente veía y copiaba, sino que en sus obras se nota un análisis profundo (…) también veía la parte teórica que hicieron los grandes maestros del arte universal. Por ejemplo, en su escultura, se ve una clara influencia de Miguel Ángel en la forma de tratar los cuerpos, en la forma en la que se expresan algunos de los rostros”, comentó Díaz Infante.
MÁS DE 300 ÓLEOS
En cuanto a su obra pictórica, el potosino cuenta con más de 300 obras al óleo y según la maestra, esta podría dividirse en cuatro etapas diferentes.
La primera corresponde a la etapa de aprendizaje, en la que el artista conoció en un inicio las técnicas y los materiales, y aunque una de ellas son copias, la especialista explicó que él era consciente de la profesión del artista, por lo que al momento de firmar especificaba que era un trabajo copiado. En esta etapa también puede observarse referencias a los grabados de Doré, así como a obras de Caravaggio y Miguel Ángel.
En una segunda etapa, se puede observar su consolidación como artista en la que comienza a tener diversos encargos de la sociedad potosina. En estos se incluye trabajos para la Arquidiócesis Potosina, con el objetivo de decorar diversos templos y capillas de la ciudad; así como los industriales que a través de la Cámara de Comercio le encargaron una serie de obras que retrataran las cuatro zonas del Estado para decorar su sede y que actualmente alberga la Biblioteca Central de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
“Estas obras de gran formato tienen mucho que ver con el nacionalismo, había este auge en México posterior a los muralistas en donde empieza a llegar al interior de la República para darle una imagen al nacionalismo. Al ser obras por encargo, se nota claramente que no es a lo que a él le hubiera gustado pintar”, señaló.
Sin embargo, Jayme realiza estos encargos durante varios años y obtiene el reconocimiento de diversos sectores.
Después se observa una transición a la tercera etapa, en la que hace una búsqueda y experimenta con las técnicas, materiales y la manera de hacer pintura, por lo que los colores y las formas no están apegadas a la realidad, para dejar de lado el costumbrismo en el que una vez trabajó.
Para 1945 se nota un cambio en la obra del potosino. Díaz Infante explicó que en esta cuarta y última etapa se aprecia que José Jayme ha desarrollado un lenguaje plástico propio, pues escoge los colores, la composición y las imágenes que va a plasmar para transmitir el mensaje que él quería dar.
CRÍTICAS A LAS GUERRAS
Cabe destacar que en sus obras plásticas también se aborda la temática de la guerra, pues al presenciar tanto la Primera como la Segunda Guerra Mundial, además de las secuelas de los actos bélicos en México, José Jayme hace una crítica a estos hechos históricos.
Durante sus últimos años de vida el artista decidió exiliarse en su propia casa para dedicarse a pintar y escribir, en lo que fue la última etapa de su vida, pero la más productiva.
TENÍA 31 AÑOS
José Jayme falleció el 3 de julio de 1949 a la edad de 31 años, en la ciudad de San Luis Potosí.
En honor a su trabajo se cuenta con la Galería José Jayme en las instalaciones de la Secretaría de Cultura en donde se realizan diversas exposiciones artísticas.