
Advierte investigador de la UASLP de riesgos por sequía
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 20 de mayo de 2025.- Las abejas polinizan el 75 por ciento de los cultivos que consumimos diariamente. Su labor garantiza la reproducción de flores y plantas, lo que impacta directamente en la disponibilidad de frutas, verduras y semillas.
Sin estos insectos, el ecosistema y la producción agrícola sufrirían un colapso grave.
La fecha coincide con el nacimiento de Anton Janša (1734–1773), pionero de la apicultura moderna, originario de Eslovenia, país que impulsó esta conmemoración internacional.
Además de su función ecológica, las abejas representan una fuente de desarrollo social y económico en comunidades rurales. Un ejemplo de ello es el trabajo de Saber Nutrir, programa de responsabilidad social de Grupo Herdez, que ha apoyado a 15 apicultores en Yucatán con equipo para extraer miel. Gracias a esta iniciativa, los beneficiarios no solo producen miel, sino también productos artesanales que fortalecen su economía local.
Consumir miel artesanal impulsa la economía rural y reduce la huella ambiental
Elegir productos locales significa mantener vivas las tradiciones apícolas, generar ingresos dignos y preservar el medio ambiente mediante la producción sostenible.
Cuidar a las abejas es cuidar de nosotros mismos.
La ONU ha advertido sobre amenazas como el uso excesivo de pesticidas, el cambio climático y la pérdida de hábitat, que ponen en riesgo su supervivencia. La protección de estos polinizadores es una tarea urgente.
Pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia, como plantar flores locales, evitar el uso de químicos en jardines y consumir productos de apicultores locales.