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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 21 de marzo de 2020.- El cáncer es una de las enfermedades más generalizadas en el mundo y en nuestro país es la tercera causa de muerte, sobre todo los cervicouterino, colorrectal, de mama y de próstata -de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS)-, pero parece que al fin se ha descubierto la cura.
Un grupo de científicos del Reino Unido descubrieron de manera fortuita la cura, basada en inmunoterapia. Durante sus investigaciones en la Universidad de Cardiff, descubrieron las células T que forman parte del sistema inmunológico y se crean a partir de células madre en la médula ósea. Esto va a cambiar el modo de tratamiento de la enfermedad.
Lograron detectar las vías biosintéticas intracelulares en las células T, es decir células que pueden combatir las bacterias y así funciona el tratamiento, pues destruye a las células cancerígenas. Por lo que hay una esperanza para los enfermos de cáncer.
En el resultado del estudio se establece que la selección de células cancerosas mediante células T -independientemente del antígeno leucocitario humano (HLA)- permitiría la destrucción inmune de tumores malignos en todos los individuos.
Los investigadores encabezados por Andrew Sellew, explicaron a través de su persona que su investigación se centra en los antígenos de células T y los receptores que los reconocen, pero anotó que esta investigación está en una etapa temprana y aunque esperan que estas nuevas células sean terapéuticamente valiosas, aún no se han probado y aprobado para ensayos clínicos.
El científico comentó que esta célula T es capaz de destruir los diferentes tipos de cáncer que existen.
“Esperamos que este nuevo TCR nos brinde una ruta diferente para atacar y destruir la mayoría de los cánceres en todas las personas”, declaró el científico.
Así se vislumbra un panorama alentador para los enfermos de cáncer en todo el mundo.
¿CÓMO FUNCIONA?
Las células T tienen unos receptores que les permiten detectar a nivel químico las células cancerígenas y las “matan”, pero dejan intactos lo tejidos sanos. Se toma la muestra de sangre de un paciente con cáncer, extraen las células T y las modifican genéticamente en el laboratorio; luego las reprograman para convertirlas en receptoras de las células cancerígenas y las vuelven a colocar en el paciente.