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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 14 de diciembre de 2019.- El potosino Édgar Gallegos Estrada, ingeniero industrial egresado del Instituto Tecnológico de San Luis Potosí, vive desde agosto de 2018 en Milán, Italia.
Junto con su esposa Cristina y su hija Camila, partió de la ciudad de León, Guanajuato, al Viejo Mundo gracias a una oferta de trabajo de la empresa llantera Pirelli. Allá nació su segunda bebé, Ángela.
Édgar, tras ser convocado a trabajar en la sede del corporativo en el continente europeo, tuvo que aprender junto a su familia la lengua de Dante a un ritmo vertiginoso.
Al llegar, Édgar, Cristina y la pequeña Camila, se instalaron en un edificio de departamentos en Milán, a escasos quinientos metros del corporativo.
La vida en su departamento se complementó con la llegada de Ángela hace apenas dos meses.
Camila está en primaria y Cristina es ama de casa. En León, ella era maestra de computación en la misma escuela en que estudiaba su pequeña, pero ahora tiene una bebé, lo que demanda su total atención.
Milán es una ciudad industrial con una muy alta calidad de vida, situación que ha facilitado, de cierta manera, el proceso de adaptación.
UNA CÁLIDA CIUDAD
Señala Édgar que un compañero de trabajo originario de Brasil le ha comentado que nunca había sentido tanto calor como en Milán durante el verano. Sin embargo, ahora, cuando aún no ha empezado el invierno, ya amanece el suelo cubierto de hielo.
La zona en la que vive la familia tiene un ambiente juvenil y escolar, ya que su edificio se encuentra frente a la Universidad de Milán.
En la parte baja hay locales comerciales, principalmente restaurantes y cafés en los que hace efervescencia el ambiente universitario.
Algo que le sorprendió a él y a su familia es el orden con el que se conducen los habitantes de la ciudad. Todo mundo acata las señales de tráfico, los conductores ceden el paso a los peatones y hasta en el metro, los pasajeros antes de entrar dejan bajar.
Desde Milán la familia ha tenido oportunidad de conocer Roma, Venecia y hasta París y no descartan aprovechar los fines de semana para conocer otros puntos de Europa, aprovechando la eficiente red ferroviaria italiana que permite viajar incluso con mayor rapidez que en avión.
LA VIDA FAMILIAR
Camila permanece ocho horas al día en la escuela y tal vez por ello no llega a la casa con deberes para el día siguiente. Sólo los fines de semana tiene que hacer tarea.
Explican Cris y Édgar que la filosofía del sistema educativo italiano es que los pequeños primero tienen que ser felices y luego deben aprender responsabilidades y en eso están de acuerdo.
El ingeniero industrial trabaja de lunes a viernes, lo que le da la oportunidad de convivir en familia. Cris, su esposa, ha podido hacer amistades con otras mexicanas radicadas en la ciudad europea. Explica que se trata de esposas de italianos que trabajaron por algún tiempo en México y al regresar a su patria lo hicieron con familia.
Informan que la mayor parte de los migrantes de América Latina proceden mayoritariamente de Perú, pero los mexicanos procuran reunirse en celebraciones como el 16 de septiembre y el 1 de noviembre.
Señala la pareja que lo que más extrañan de México son los sabores.